En cuestión de segundos, los aplausos se convirtieron en gritos de horror, cuando una leona que hacía parte de un show de un circo en Rusia atacó sorpresivamente a una niña que se encontraba en la primera fila.
La fiera estaba al lado del domador, pero en una fracción de segundo saltó hacia la menor, de cuatro años, que estaba flameando una bandera muy cerca de la red de protección. La atrapó con sus garras, pese a los intentos del personal del circo, que tiraba de la cadena para hacer retroceder al animal.
En medio del pánico, la pequeña Ksenia pudo ser liberada con serias heridas en el rostro y el pecho, pero ninguna de ellas mortales.
Según detalló Valentina Pavlova, parte del cuerpo médico que atendió a la víctima en un hospital de Krasnodar, la niña sufrió una mordida en el rostro, desde una oreja hasta el mentón, y otras heridas en el pecho. “Quedó asustada de por vida”, añadieron desde el centro médico, en la villa de Uspenskoye. Si bien continuaba en cuidados intensivos, su vida no corría peligro.
Algunos medios locales apuntaron contra la madre de la menor por permitir que se ubique tan cerca al felino, aunque la mayoría de las críticas fueron contra las precarias medidas de seguridad del circo y el uso de animales peligrosos para espectáculos.
Sin embargo, la empresa matriz se deslindó de toda responsabilidad. Edgard Zapashny, director de la cadena circense Big Moscow, apuntó contra los empleados locales y la madre de Ksenia. “Creo que la culpa yace completamente en el dueño y director del circo itinerante, el entrenador de la leona y la persona a cargo de la niña”, declaró, según recogió el Daily Mail.