La semana pasada la clínica del Servicio de Salud para el Uso de Tecnología (SHUT) en Bengaluru, India recibió el primer caso de adicción a una plataforma de streaming.
El hombre desempleado de 26 años pasó los últimos seis meses utilizando Netflix durante al menos siete horas al día. Como punto de referencia, un usuario promedio reproduce 60 minutos de contenido diario.
Su comportamiento descontrolado condujo a una tensión extrema en los ojos, fatiga continua y patrones de sueño volátiles, según reportan medios locales. Para ayudarlo a superar su adicción, el tratamiento incluyó terapia psicológica, ejercicios de relajación y orientación vocacional.
De acuerdo a la Organización mundial de la Salud, este hábito compulsivo también se caracteriza por el aislamiento social, así como un aumento de ansiedad y depresión. Además de las afectaciones psicológicas, el organismo ha advertido sobre los daños para la salud física, como la tendencia al al sobrepeso y problemas musculoesqueléticos.
Para el Dr. Sharma, experto en psicología de la clínica SHUT, recurrir a plataformas como Netflix es un método de escapismo o una manera de “olvidarse de los problemas, y obtener inmenso placer inmediato”.
Y aunque “escapar” de la realidad es parte del entretenimiento, la naturaleza de estas plataformas- como su disponibilidad inmediata, acceso remoto y gran cantidad de contenido- las hace particularmente adictivas. El propio Reed Hastings, CEO de Netflix, ha dicho que su más grande competidor es el sueño y la necesidad humana de dormir.
México es el país con el mayor número de usuarios que utilizan Netflix a diario, de acuerdo a información de la empresa.
En 2017 se reprodujeron cerca de 140 millones de horas de contenido en la plataforma. Se calcula que 70% de sus clientes a nivel mundial, son víctimas del binge-watching, es decir, la visualización maratónica de contenido.