Quienes tienen padres de edad avanzada o están a cargo de algún adulto mayor, saben muy bien lo que significa estar preocupados.
Son preocupaciones razonables que aparecen cotidianamente, y que pueden erradicarse con una inversión relativamente baja en el hogar, que permite saber en tiempo real y de manera no invasiva el estado real de la persona y del hogar que habita.
La automatización de hogares tal vez no pueda evitar que las personas se caigan o sufran accidentes; pero sí que pase mucho tiempo entre el hecho y que el familiar o responsable se entere de que algo está mal. Acciones básicas y normales que realizamos sin pensar, como ir al baño, llamar a alguien, apagar una luz o cerrar una cortina se convirtieron en imposibles de un día para el otro para personas con afectaciones motrices.
Es que estos sistemas permiten hacer o saber muchas cosas que ayudan tanto a cuidadores como a cuidados. Con un simple botón podrían avisar que están en problemas, abrir una puerta o bajar la persiana. Para quienes ya no escuchan bien, al sonar el timbre podrían activarse las luces, de manera tal de tener un doble aviso. También permite cerrar las llaves de agua o gas ante escapes u olvidos; encender las luces cuando se levante de la cama, y muchas otras funciones que hacen a la tranquilidad de todos los involucrados, sin que quien recibe los cuidados se sienta invadido.
Contrariamente a lo que sucede con muchos otros productos, con la tecnología suele ocurrir que al hacerse más masiva los precios bajan. Y el caso de la automatización de hogares es un claro ejemplo, ya que convertir una casa en automática antes costaba 60 mil dólares; mientras que hoy con 3 mil dólares podemos equiparla por completo. Además del confort y la tranquilidad que aportan, con estos sistemas el consumo energético baja al menos un 30%, lo cual se ve reflejado en las facturas de servicios.
Podríamos resumir en 5 puntos las razones por las cuales afirmamos que es conveniente y atractivo para los desarrolladores incorporar unidades o construir proyectos enteramente inteligentes:
1) Seguridad: la domótica inteligente permite: por ejemplo, cerrar una llave de gas o de agua ante escapes, pérdidas o simples olvidos. Además, pueden detectar movimientos de intrusos en el hogar y hasta sacarles una foto y enviárselas a su celular si así lo deseara. Pero también podría iluminar la escalera de noche cuando usted, sus hijos o sus padres mayores se levantan para ir al baño, de manera tal de evitar caídas o golpes, entre otras funciones.
2) Control del consumo y ahorro energético: a veces no es que uno consume mucho, sino que algún artefacto en particular funciona mal y genera derroche. Con estos sistemas se puede saber cuánto consume cada uno de los artefactos del hogar y evitar estas situaciones. Pero además, esta tecnología permite un ahorro energético –agua, luz y gas- de hasta un 30%.
3) Ecología: la ecuación es tan sencilla como que menos consumo implica más ahorro energético, y por ende, menos contaminación ambiental.
4) Inversión rentable: algunas empresas garantizan que entre uno y tres años después de haber transformado al hogar la inversión se recupera gracias al consumo inteligente.
5) Confort: llegar al hogar y que éste ya esté a la temperatura que uno desea, o bien relajarse y no tener que pensar en regar el jardín porque el sistema lo hace automáticamente, son cosas que le darán más tiempo y más razones para relajarse.
Baños automatizados
Las partes más sucia de la mayoría de los baños son aquellas que tocamos con las manos después de haberlos usado, por ejemplo las manijas de las puertas, la jabonera y las llaves del lavabo. Ahora esto deja de ser un problema en un baño que aplicamos domótica.
En este baño todo es automatizado, desde que se entra hasta que salea. En primer lugar está la puerta que abre y cierra de manera automática, tal como lo hacen la mayoría de las puertas en los supermercados, en algunos casos se pueden usar botones de proximidad que es simplemente un botón que no se toca y sirve para abrir la puerta. Después, todo lo que se hace dentro del baño es automatizado y sin tocar absolutamente nada, el lavabo no tiene manijas o palancas, con un sensor de movimiento es suficiente para que se active el agua únicamente durante el tiempo que se está usando, el jabón y las toallas de igual manera, se dispensan con la sola proximidad de las manos.
Conclusiones
Está claro que en este caso la domótica facilita el control parte de los encargados de las personas adultas mayores que tienen a cargo, desde lugares remotos, sin que sea necesaria la presencia física constante de los cuidadores. Otra aplicación a esta modalidad de la domótica es la utilización de la tecnología cuando en la casa habitan personas con discapacidad motriz, las que por razones de movilidad de su cuerpo, se les hace dificultoso accionar palancas o perillas para encender o apagar artefactos. La utilización de los sensores automatizados, son sin dudas, un alivio y una solución práctica y actual.
Colaboración Arquitecta Gabriela Frare