Amenazan con un paro si queda detenido y el jueves irán a Ezeiza para recibirlo tras su viaje a Singapur. Hoy el gremio se moviliza por su paritaria. En el Gobierno hablan de apriete.
El enfrentamiento entre Hugo Moyano y el Gobierno tendrá esta tarde un reflejo en la calle con la marcha de Camioneros a la sede de la secretaría de Trabajo, sobre la avenida Callao. El sindicalista invocó para la movilización la exigencia de la reapertura de la paritaria del sector y llevar el aumento al 42% -había cerrado en 25% en junio-, aunque la pulseada quedó cruzada por el pedido de un fiscal bonaerense de detener a Pablo Moyano, por presunto fraude contra el club Independiente. Para la Casa Rosada ese nuevo apremio judicial es directamente el motivo de la marcha en el centro porteño.
En la previa, Hugo Moyano adjudicó a Mauricio Macri el eventual arresto de su hijo y en caso de concretarse no descartó un paro en el que buscó involucrar a la CGT. “Es una detención política: es una resistencia muy grande la que tiene el Gobierno, que quiere quitarle los derechos a los trabajadores. Es una orden del Gobierno de Macri, no cabe ninguna duda”, dijo este lunes el líder de los Camioneros a El Destape Radio.
En Balcarce 50 la lectura fue unívoca respecto a la motivación de la movilización de esta tarde. “Es un típico apriete. Hay una causa judicial y salen con una marcha que armaron hace dos días. La paritaria no tiene nada que ver”, dijo un integrante del Gabinete.
El juez Luis Carzoglio definirá en las próximas horas si acepta el pedido del fiscal Sebastián Scalera de detención de Pablo Moyano en la causa en la que también está imputado el ex titular de la CGT y se investiga una supuesta asociación ilícita para defraudar a Independiente con venta ilegal de entradas y socios truchos con el barrabrava Pablo Bebote Alvarez, preso en Melchor Romero, entre otros. “La gente va a reaccionar porque Pablo es un pibe muy querido por la gente, y la CGT estará dispuesta a acompañar”, advirtió el titular de Camioneros, pese a que su hijo se fue de la central enfrentado con la conducción. El Presidente de Independiente también apuntó contra la AFI y el ministerio de Seguridad: “Están presionando a la Justicia para que actúen para perjudicar o detener a Hugo o Pablo Moyano”. Daniel Llermanos, su abogado, denunció una intimidación a Héctor Maldonado, secretario general de Independiente.
“La Justicia trabaja con autonomía pero en la cabeza de Moyano eso no está. El ladrón piensa que todos son de su misma condición y él piensa que siempre hay apriete”, dijo Patricia Bullrich.
Otro foco de tensión estará puesto en Ezeiza: Pablo Moyano aterrizará allí este jueves de regreso del Congreso Mundial de la Federación Internacional de Trabajadores de Transporte, en Singapur. El ex titular de la CGT adelantó que irán camioneros e integrantes de otros sectores a recibirlo: “Va a ir una cantidad importante”. La CGT, las dos CTA y el nuevo Frente Sindical respaldaron la reacción ante el pedido del fiscal Scalera. El Gobierno ya dio instrucciones a la PSA: “No van a poder invadir el aeropuerto”. Todo indica que para ese día ya se sabrá si el juez Carzoglio decidió avanzar con la detención.
En cuanto a la negociación por la paritaria, el Gobierno dejó trascender que no podrá trabas en caso de que Camioneros y las cámaras del sector fijen un nuevo porcentaje. “Si llegan a un acuerdo con los empresarios, vamos a homologar. A nosotros nos conviene que se cierre esa paritaria lo antes posible, se quedan sin excusas”, aseguraron en el ministerio de Producción y Trabajo, aunque sin tanta expectativa de que eso ocurra: “Si les dicen que sí al 42%, van a pedir 50% para alargar el conflicto por lo judicial”.
En la Casa Rosada venían insistiendo con que los puentes estaban cortados con el camionero que en 2015 empujó la candidatura de Macri. Hubo momentos de negociaciones, como por la continuidad de OCA. El enfrentamiento creciente incrementa el riesgo de conflictividad en la calle en un contexto de crisis económica, recesión y aumento de la pobreza, aunque también expone una puja con otro adversario con el que el Gobierno se siente a gusto. “Reafirma nuestra razón de ser, de ir contra las mafias, contra los que atropellan. El siempre tuvo capacidad de daño, pero no es para siempre”, evaluó un funcionario el eventual rédito y los riesgos de la disputa.