Una de cada tres mujeres fallece debido a un infarto o a un accidente cerebrovascular.
A comienzo de los años ´90, diferentes países observaron a través de registros estadísticos, que la primera causa de muerte en la mujer no era la relacionada a enfermedades ginecológicas como se afirmaba hasta el momento, sino la patología cardiovascular. Las mujeres sufrían más infartos y accidentes cerebrovasculares que los hombres.
La mortalidad global en 2015 fue de 333.407 personas. Un 48% fueron mujeres. Según los datos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, en dicho año 48.643 mujeres fallecieron de enfermedades cardiovasculares y solo 6.023 fallecieron por cáncer de mama. Esto significa que una de cada tres mujeres fallece debido a un infarto o a un accidente cerebrovascular. Es decir, por cada mujer que pierde la vida por cáncer de mama, 8 de ellas serán por causa cardiovascular.
Tanto la Sociedad Argentina de Cardiología -SAC- como la Fundación Cardiológica Argentina -FCA- entre otras, prestan especial atención a la importancia de la concientización pública, dado que mediante la prevención es posible reducir el riesgo de estas enfermedades.
De esta forma, y contemplando la iniciativa global 25×25 promovida por la Organización Mundial de la Salud -OMS- y la World Heart Federation -WHF- que busca reducir en un 25% la mortalidad por enfermedades cardiovasculares hacia 2025, ambas organizaciones argentinas dieron surgimiento al programa “Corazón y Mujer”, cuya finalidad es concientizar a las mujeres sobre los factores de riesgo que pueden promover el surgimiento de una patología de este tipo, así como también la importancia de la prevención para evitarlo.
“Las enfermedades cardiovasculares en la mujer representan un riesgo alto del cual la mayoría de ellas no tiene conocimiento, y nuestro objetivo es modificar esa situación”, afirmó Claudio Higa, M.N.74602, Secretario de la Sociedad Argentina de Cardiología y Jefe de Cardiología del Hospital Alemán. “Creemos fervientemente que el hacer visible la problemática permite que podamos involucrarnos en el cuidado de nuestro propio cuerpo, modificando conductas y adquiriendo hábitos saludables”, agregó el profesional.
De acuerdo con Verónica Volberg M.N. 86.612, Coordinadora del Grupo Corazón y Mujer en la Fundación Cardiológica Argentina y médica del servicio de cardiología del Hospital de Clínicas “Las mujeres aprendimos en estas últimas décadas a prevenir el cáncer de mama y de útero mediante campañas de prevención, que se continúan realizando y que son muy importantes. La vida de las mujeres cambió, se equiparó a la del hombre en cuanto a trabajo, obligaciones, estudio, horarios, sumado a la familia, hijos y hogar como también se equiparó la enfermedad cardiovascular. Esto significa que la primera causa de muerte en la mayoría de los países, incluyendo el nuestro, es la enfermedad cardiovascular. Es sencillo prevenirla y revertir estas estadísticas a través de la Concientización. Pero únicamente se puede llegar a lograr, si todos trabajamos en ello. Cada una de nosotras debe conocer sus valores de presión, colesterol y glucemia como también, dejar de fumar y realizar ejercicio”, sostuvo la Dra.
De acuerdo con el estudio RENATA (Registro Nacional de Hipertensión Arterial), realizado en 2008/2009, reportó que una de cada tres personas era hipertensa y el 37% de dicha población lo desconocía.
En 2015, el estudio fue repetido arrojando como resultado que la prevalencia de la hipertensión en la población fue del 36.3%, habiendo aumentado la cantidad de personas que desconocían padecerla. A pesar de ello, las mujeres fueron las que obtuvieron mejores resultados al analizar no solo el conocimiento sino también el tratamiento y control de la enfermedad.
“Este avance implica que el trabajo que se realiza desde la concientización está dando sus frutos, pero es necesario no descansar en estos logros y continuar el trabajo llevando mayor información no solo a los grupos de riesgo, sino también llegando a mujeres más jóvenes, para que las nuevas generaciones puedan incorporarlo en sus rutinas de controles anuales”, afirmó Higa.
Cómo prevenir
Hipertensión – Reducción de consumo de sodio en alimentos y bebidas – Está ampliamente difundido que el consumo de sal se relaciona en forma directa con la hipertensión arterial, por lo cual la Organización Mundial de la Salud recomienda que el consumo máximo sea de 5gr. Sin embargo, en Argentina la ingesta de sal diaria es más del doble de lo recomendado, según datos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación. Si se redujera el consumo de sal al nivel recomendado por la OMS, se podría evitar hasta 1 de cada 4 ataques al corazón o accidentes cerebro vasculares. Es importante controlar la presión arterial, ya que frecuentemente suele ser asintomática y es la causa más frecuente de accidente cerebrovascular. Esta debe ser menor a 140/80 mm Hg. Una medida útil es reducir el consumo de sal.
Tabaco – los efectos en la salud cardiovascular aparecen en el momento que la persona comienza a fumar, y son también los primeros que se revierten al dejar de fumar. Se estima que, por cada 10 cigarrillos diarios, el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca aumenta un 18% en hombres y un 31% en mujeres.
Colesterol – el exceso de colesterol se deposita en las paredes de los vasos sanguíneos y obstruye el flujo de la sangre. Por eso, es de suma importancia controlar el colesterol total menos de 200mg/dl y el LDL (llamado “malo”) menos de 100 mg/dl. Si en ayunas los resultados son mayores hay que consultar con un especialista.
Diabetes – la diabetes puede provocar graves alteraciones en el corazón, riñones, en la vista y extremidades inferiores. Si hay antecedentes familiares directos o se tiene sobrepeso u obesidad, se estará más predispuesto a desarrollarla. Si en ayunas los resultados de glucemia es mayor a 100 mg/dl debe consultarse al médico.
Alimentación saludable – Una alimentación saludable es aquella que contiene una amplia variedad de alimentos ricos en nutrientes seleccionados de los 5 grupos básicos: vegetales y frutas, carnes y huevos, aceites y grasas, lácteos y harinas, y cereales. Además, debe ser baja en grasas y moderada en azúcares y sodio.
Ejercicio – De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la inactividad física es el cuarto factor de riesgo para todas las muertes en el mundo. Se recomienda hacer al menos 30 minutos de actividad física diaria a una intensidad moderada para las personas mayores de 18 años. Para los niños a partir de 5 años, la recomendación es de 12 minutos diarios de actividad con una intensidad moderada a alta.
Se recomienda entonces limitar el consumo de estimulantes que aumentan los factores de riesgo de sufrir este tipo de enfermedades.