“Disculpame, ¿ya probaste el bombón de morcilla y chocolate blanco?”. Muchos se frenaban y se descolocaban ante la pregunta, buscando algún cómplice, sin entender si realmente habían escuchado bien.
La oferta gastronómica de Bariloche creció sin prisa ni pausa durante estos últimos cinco años, a la par de la muestra “Bariloche a la carta”, donde en sus casi 100 stands pudieron apreciarse propuestas con productos típicos de la región, como la trucha, el cordero y la cerveza, además de creaciones de emprendedores de diferentes puntos del país, que quieren hacer pie en un destino que crece también en turismo interno como del exterior. Brasileños y chilenos, a la cabeza de este último grupo.
“¿Probaron las almendras?”, preguntaban dos chicas a los curiosos que se acercaban a su mesa tapada de frutos secos de diferentes colores. Los carteles daban cuenta del porqué de los colores. Ahumadas, salteadas en oliva, con pimienta o con wasabi, no son frutos “así nomás”, sino que son una nueva forma de acompañar una picada y sorprender a los comensales.
Pero no todo se resume a la feria que se realizó en la ciudad a principios de octubre y que fue visitada por más de 40.000 personas. Los restaurantes crearon menúes especiales para lograr conquistar los paladares ávidos de nuevas aventuras.
Takeru Adachi es japonés y trabajaba en Italia y luego en Inglaterra, en ambos lugares, en restaurantes que ostentaban una estrella Michelin. Allí compartió su tiempo de trabajo y su vida con la argentina Leticia García. Apostando por nuevos rumbos, se instalaron en Bariloche con la intención de crear una propuesta diferente, una cervecería artesanal que no deje de lado el valor del plato de autor, un espacio en el que se siente cómodo y con un desafío enorme por delante. Pero como él mismo asegura en diálogo con Infobae “por suerte la gente está cambiando, va más allá de la pizza y la picada”.
Unas “mini burger de terrina” para la entrada, o unos langostinos al ajillo son una de las propuestas. O, por qué no, ir directamente a uno de los platos destacados, como la “trucha beurre noisette”, en salsa al limón, con alcaparras, tomates cherry y manteca de hierbas.
“Casi el 40% de las personas que deciden emprender un viaje, eligen su destino por la gastronomía del lugar, y en el resto también pesa ese detalle, pese a no ser el primero tenido en cuenta. Por ello, la ciudad quiere convertirse en un destino gastronómico, lo es, de hecho, pero tiene que demostrarlo, con eventos como Bariloche a la Carta, que permiten potenciar eso”, explicó el intendente Gustavo Genusso, en charla con Infobae.
Además, afirmó que “ésta es la posibilidad de integrar a los productos rionegrinos de toda la provincia. Los vinos, las manzanas, las peras, las conservas, son insumos base para nuestros restaurantes y lugares de comidas, además de las cervezas y el chocolate, y todos se juntan en este maravilloso lugar”.
“El cordero es un clásico de la zona, es como la cultura del asado en el resto del país”, aseguró Archie, el destacado chef escocés que un día llegó a la ciudad para quedarse y ya hace más de tres años dirige la cocina de uno de los principales restaurantes, a más de 1600 metros de altura.”Es un plato de evento, es un plato de juntada con amigos”, se entusiasma. “Además es una carne rica, con mucho gusto, y súper tierna”.
¿Los secretos de su cocción? Pocos: “Desde mi punto de vista, no me gusta agregarle muchas cosas, con un buen fuego se aprecian los colores y sus sabores. Mucho tiempo, mucha paciencia, fuego bajo y un buen vino para acompañarte mientras lo hacés. Apenas una salmuera y algunas hierbas”.
LOS ELEGIDOS
Para la entrada, la torta frita patagónica, con mousse de jengibre, huevo de campo y ciervo ahumado.
El plato principal es una panceta braseada con chutney de manzanas y hongos.
El postre, la cestina de chocolate blanco con sauco.
“Disculpame, ¿ya probaste el bombón de morcilla y chocolate blanco?”. Sí, lo probamos. Y aprobó.