Refuerzos en los lugares clave y un diseño intuitivamente aerodinámico parecen las claves. La opinión de los especialistas.
El “Palacio de Arena” es una casa de madera, aparentemente, tan común como cualquier otra del sureste de Estados Unidos, la región del país que sufrió la furia del huracán Michael.
Pero la casa aguantó vientos de 230 km/h mientras sus vecinas fueron destrozadas. La clave del misterio son algunos secretos de construcción y del aspecto aerodinámico.
Primero hay que recordar el viejo cuento de “Los Tres Chanchitos”. El primer cerdito, el perezoso, decidió hacer una casa de paja. En un minuto la choza estaba terminada pero el lobo la tiró en segundos. El segundo cerdito, prefirió hacerla de madera. No tardó mucho y al lobo se le hizo algo más difícil. Por último, el cerdito trabajador, optó por una casa de ladrillos y cemento, y el lobo no pudo con ella.
En definitiva, las construcciones más sólidas resisten más. En los EE.UU. tienen una larga tradición de construcción en madera, rápida, eficiente y más barata. Lo que tienen, también, son huracanes que arrasan con todo a su alrededor. O casi todo.
El “Palacio de Arena”, en las playas del Golfo de México, fue construido sobre hormigón armado, reforzada con cables de acero y entrepisos de acero corrugado, con refuerzos de hormigón en las esquinas más comprometidas de la casa.
Según el ingeniero civil Rima Taher, investigador del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey (NJIT), ciertas formas de casas y tipos de techos pueden resistir mejor los huracanes. El profesor de la Escuela de Arquitectura de Nueva Jersey pasó dos años estudiando los mejores diseños, materiales de construcción, métodos necesarios para resistir vientos extremos y huracanes.
Taher afirma que no hay soluciones simples y económicas para estos casos pero en la publicación “Diseño de edificios de baja altura para eventos de viento extremo” del Journal of Architectural Engineering (2007), el especialista recomienda una casa de planta cuadrada (o, mejor, hexagonal u octogonal) con un techo de varias pendientes, reducir los aleros, conexiones fuertes entre la estructura, sus cimientos y las paredes, entre otras medidas.
Una casa elevada en la calle Wiggins también fue la única que quedó en pié después del huracán Katrina. En 1999, los dueños decidieron elevar su casa por encima del nivel requerido para protegerse aún más contra las inundaciones.
El “Palacio de Arena” de México Beach también fue elevado sobre pilotes altos porque sus dueños querían mantenerlo por encima de una posible crecida del mar, algo que generalmente acompaña a los huracanes poderosos.