Lo anticipó Lifschitz tras la falta de respuestas del Ejecutivo nacional a las propuestas de la provincia. El monto ya ronda los 54 mil millones de pesos
La provincia de Santa Fe volverá a recurrir a la Corte Suprema de Justicia para reclamarle a la Nación la millonaria deuda por coparticipación, que tiene sentencia firma del propio tribunal. Así lo adelantó ayer el gobernador Miguel Lifschitz frente a los reiterados incumplimientos del poder central para cancelar esa deuda, que actualizada rondaría los 54 mil millones de pesos.
El plena negociación por la ley de presupuesto, aprobado el jueves en la Cámara de Diputados y que establece un fuerte recorte de fondos para las provincias, el mandatario reveló que le acercaron una nueva propuesta al Ejecutivo nacional para que salde esa deuda histórica con la provincia.
“La semana pasada le hicimos llegar una nueva propuesta al ministro (Rogelio) Frigerio y que considera la situación actual de la economía. Lo que veníamos conversando desde marzo hasta septiembre quedó fuera de contexto luego de la devaluación y de los índices de inflación de este año. No tenía sentido seguir hablando de bonos. Le hemos enviado una nueva propuesta, actualizando valores según la inflación, pero no hemos tenido respuesta todavía”, agregó.
Voluntades
“Es un fallo de la Corte, en algún momento se respetará. Hasta ahora no ha habido ni voluntad del gobierno para saldar la deuda con Santa Fe ni predisposición de la Corte para hacer cumplir su sentencia. En las próximas semanas haremos alguna presentación nueva en la Corte para resguardar los derechos de la provincia; seguiremos insistiendo en el terreno judicial y en lo político”, dijo Lifschitz.
Luego de que en noviembre de 2015 la Corte fallara a favor de la demanda de Santa Fe fueron varios los intentos para acercar posiciones, e incluso la Casa Gris elevó propuestas de pago (incluía desembolsos en efectivos y en títulos públicos), pero la situación económica de los últimos meses pulverizó cualquier atisbo de arreglo económico y político.
Cuando se firmó el Consenso Fiscal en noviembre del año pasado, Lifschitz hizo incluir en el acta del acuerdo que la Nación debía presentar una propuesta de pago con fecha límite al 31 de marzo de 2018. Pero la Nación incumplió este compromiso y solo se discutió un borrador (incluía saldar la deuda con obras), pero todo quedó en la nada cuando se aceleró el proceso devaluatorio, que dinamitó todas las variables económicas con las que se venían discutiendo hasta ese momento.
Obsesión
La discusión, entonces, se centró exclusivamente en la coyuntura y en la obsesión del gobierno nacional en aprobar el presupuesto 2019 para ajustar sus números a las exigencias del Fondo Monetario Internacional.
En esa línea, Lifschitz ayer sostuvo que “el presupuesto nacional 2019 es muy negativo para todas las provincias”.
Afirmó que los recortes en los fondos para las provincias “no podrá ser compensado ni por el presupuesto provincial ni por la economía”. A modo de ejemplo, señaló que “los productores pagarán (en 2019) 90 mil millones de pesos en retenciones y no volverá nada a Santa Fe”.
Además, anticipó que en el presupuesto provincial 2019 “habrá reducciones en partidas no prioritarias. Vamos a priorizar la obra pública, salud, educación y seguridad. Y ordenar un presupuesto que elevaremos en 10 ó 15 días. Habrá que ser creativos, inteligentes a la hora de ordenar los recursos y los gastos para perjudicar lo menos posible a los santafesinos y a los sectores más vulnerables”.
“El objetivo es mantener la obra pública y el gasto prioritario de las áreas más sensibles del gobierno, como educación, salud y seguridad. Haremos el máximo esfuerzo para poder conseguir financiamiento externo apropiado, en buenas condiciones, y vamos a tratar de ser austero en la administración para priorizar las cosas más importantes”, reiteró el jefe de la Casa Gris.