Como uno de los primeros efectos plenos de la aceleración inflacionaria en los segmentos minoristas, los datos de ventas en supermercados en agosto cayeron un 4,2%, mientras que en los centros de compras –shoppings- durante el mismo período, la baja fue de 2,6%. Los datos del Indec para ambas grandes divisiones reflejan el golpe al bolsillo minorista en el mes que terminó teniendo un aumento de precios del 3,9 por ciento.
Las ventas informadas este miércoles por el organismo estadístico muestran una desmejora respecto de los datos de julio, que marcó la primera vez en 11 meses en la que las ventas, tanto en supermercados como en shoppings, cayeron respecto del año anterior. En aquel momento, las caídas se estimaron en cerca de un 4%, pero en la información más reciente el Indec recalculó las bajas en 2,9% para supermercados y 2,5% para centros de compras.
A precios constantes, es decir, la medición utilizada por el Indec para estimar el cambio en cantidades despachadas, los shoppings informaron ventas por $3.977 millones, mientras que en supermercados la rebaja fue a $26.263 millones.
A partir de la edición de agosto de los informes, el Indec sumará la evolución de ventas en autoservicios mayoristas a la par de lo relevado en supermercados. En agosto, las ventas a precios constantes en el sector llegaron a $4.325 millones, un 2,8% por debajo de la medición de agosto pasado.
En agosto, los supermercados reflejaron la concentración del incremento de precios en alimentos y bebidas, rubro en el que más impacta la transferencia a precios de la devaluación. En precios corrientes, las ventas de ese tipo en supermercados llegaron a un poco más de $27.000 millones, un incremento del 68,4% respecto del año pasado. Particularmente, las ventas de productos de tipo almacenero subieron un 27 por ciento.