Silvia Monzón, fruto de la relación del ex boxeador con “Pelusa” García, brindó un móvil en “Intrusos”, a propósito de la serie biográfica sobre su padre. Y lo defendió por el femicidio de quien fuera su pareja
La nota de Silvia Monzón con el programa Intrusos se desarrollaba con normalidad.
La única mujer de los tres hijos que Carlos Monzón tuvo con su primera novia, Mercedes Pelusa García, explicaba desde un móvil en Santa Fe cómo le había llegado la propuesta —tres años atrás— para realizar una serie inspirada en la vida del ex boxeador.
“Quiero que estas nuevas generaciones conozcan al gran deportistas que fue mi padre, la vida que tuvo, sus orígenes tan humildes, adónde llegó. Me parecía bueno que se hiciera algo, aunque no es fácil ponernos de acuerdo cuando somos tantos“, explicó Silvia.
Fue entonces cuando Moria Casán recordó el asesinato de Alicia Muñiz el 14 de febrero de 1988, que le valió a Monzón una condena de 11 años.
“¡No es fácil cuando hay un femicidio! —advirtió Moria—. Porque el femicidio tapa: esa zona oscura que ha tenido lamentablemente tu papá, en cierta manera tapa el honor de haber sido uno de lo mejores campeones del mundo”. A partir de ahí se produjo un ida y vuelta entre la conductora y su entrevistada.
Silvia: —Tampoco podés juzgar a mi papá solamente por un hecho en su vida, por un accidente que le puede suceder a cualquiera. Porque ninguno puede estar excepto a qué nos pase nada en esta vida —respondió Silvia, en una frase que inmediatamente encontró rebote en las redes sociales.
Moria: —No es mi prejuicio. En general la gente tiene ese concepto: “¡Ah, bueno, divino! Pero mató a la mujer, una bestia, un violento, un agresivo para darle una piña a una mujer y terminar muerta”. No es el común denominador que un tipo te pegue una piña y te mate.
Silvia: —No, bueno. Tampoco fue tan así. No voy a entrar en detalles. Lo que te puedo decir es que fue un accidente.
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Siempre bajo la atenta mirada de Moria, y con las redes sociales haciéndose eco de sus palabras, Silvia aseguró que Monzón “no se acordaba de muchas situaciones” sobre lo ocurrido porque “no tuvo la intención de matarla”. Y afirmó: “Las palabras de mi papá fueron: ‘Si yo la quiero matar a Alicia, no es que voy a tramar que la voy a matar'”.
“Yo conozco muy bien la relación de mi papá con Alicia porque viví con ellos más de tres años —argumentó—. Cada familia y cada pareja se maneja y vive su vida; cada uno sabrá. Lo que te puedo decir es que a mi papá, si no lo provocaban, si no lo incitaban… (se interrumpe). No es que mi papá se levantaba y decía: ‘Hoy tengo ganas de pegarle a la gente’, y salía a las piñas por la vida. No“.
“Yo no estoy diciendo que hay algo que justifique una muerte, no —dijo Silvia—. Lo que quiero que entiendan es que el que tiene el prejuicio hecho. La Justicia lo condenó a mi papá. Mi papá pagó, cumplió con la sociedad, con la Justicia. Por más que patalee acá… ¡ya está! ¡Ya vivió! ¡Y lo pagó!“.
Nacida en Uruguay, Alicia Muñiz era modelo y actriz. Desde fines de los 70 mantuvo una relación con Carlos Monzón que supo de numerosas peleas y reconciliaciones. Juntos tuvieron un hijo, Maximiliano Monzón. En el verano de 1988 llegó a Mar del Plata para intentar rearmar la pareja, una vez más. El ex boxeador se hospedaba en un chalet alquilado por su amigo Facha Martel. En la madrugada del domingo 14 de abril Alicia encontró la muerte cuando el ex deportista la arrojó por el balcón. Su femicidio conmovió al país, aun cuando los medios de entonces hablaron de “una muerte anunciada”. Tenía 33 años.
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