En las semifinales del doble femenino disputado en el Lawn Tennis Club se desarrolló uno de los momentos más tensos de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Ocurrió durante el primer set, cuando la pareja compuesta por la argentina María Lourdes Carlé y la colombiana María Camila Osorio perdía 2 a 0 ante el binomio conformado por la polaca Iga Swiatek y la eslovena Kaja Juvan.
La decisión del umpire de repetir un punto que había sido favorable para la dupla sudamericana desató la polémica. Fue un momento extenso en donde la discusión y los reclamos tomaron el protagonismo del espectáculo.
“Me enojé bastante porque el árbitro no tenía razón. Era una pelota claramente mala y ella no lo reconoció. Entiendo que se puede equivocar y que no perdimos por ese punto, pero hubiera estado bueno que admitiera su error, porque enfrente teníamos a unas rivales muy complicadas, a las que no les saco el mérito”, la joven tenista de Daireaux, una localidad cercana a Tandil.
Sin disimular su fastidio, Lula intentó hacer entrar en razón a la jueza, quien se mantuvo firme en su decisión y evitó el descuento en el marcador. La tensión y la bronca que se vio durante el intercambio desnaturalizó el encuentro y la pareja del Viejo Continente lo supo aprovechar. “Después de ese momento no fue lo mismo. En un partido tan cerrado un game es muy importante ganarlo. Yo me saqué de la cabeza, tuvimos que repetir el punto y a partir de ahí fue todo más complicado”, continuó la joven afectada.
La escena fue muy similar a la que protagonizó Serena Williams en la última final del US Open, donde el aspecto deportivo pasó a segundo plano y la escandalosa situación tomó la primera plana; aunque, en este caso, la juvenil no le faltó el respeto. “Creo que teníamos razón nosotras. Entiendo que una vez que toma la decisión, la jueza no puede volver para atrás. Pero por lo menos hubiera admitido que se equivocó. Eso hubiese estado bien, aunque ahora ya es tarde porque el partido terminó“, argumentó Carlé y detalló: “Ella estaba con que la bola había sido buena. Nosotros le marcamos que no, pero como no la había visto se mantuvo igual. Es la primera vez que me pasa, porque a un árbitro cada vez que le marcás la bola, baja de la silla y ve tu marca. Como ella no encontró su marca de la pelota se tuvo que repetir el punto”.
El doble 6-2 marcó la frustración de las latinoamericanas. A pesar de haber comenzado el segundo set 2-0 arriba, la jerarquía de las europeas impusieron el ritmo del duelo. “Tratamos de sacarles intensidad, pero hoy no fue nuestro día. Creo que si estábamos bien, le podríamos haber ganado”, cerró Lourdes, quien ahora tendrá por delante el desafío de luchar por la medalla de bronce. “Es algo bueno pelear por el tercer puesto. También hay chances en el dobles mixto, y por eso hay que darle con todo para adelante”, concluyó.