El 20 de julio de 1969 fue una fecha que la humanidad jamás olvidará. Ese día el astronauta Neil Armstrong pisó la superficie lunar con su pie izquierdo, creando la primera huella en el satélite natural de la Tierra. En ese momento se dio “un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad”.
Recientemente, un usuario en las redes sociales compartió un dato que interesó a miles de personas: las botas de Neil tienen una suela que no coincide con la que quedó impresa en la luna. Lo que hizo fue comparar las imágenes del traje espacial con las fotografías que captó la NASA en el momento del aterrizaje. Alimentaba, así, una de las mayores controversias de la humanidad: si la tripulación del Apolo 11 realmente llegó a la Luna o la expedición fue un montaje.
Las huellas que quedaron en la Luna y la suela de las botas no son las mismas. Es cierto, pero existe una razón. El traje Apollo/Skylab A7L fue el que vistió la tripulación. Es real que las botas no tienen líneas horizontales como las que están marcadas en la superficie de la luna, pero contaban con una protección adicional y por esta razón quedó impresa la huella.
La teoría de este usuario ha quedado descartada, pero lo que ha llamado la atención es que en el museo donde se expone el equipo de Neil, no se encuentran estas protecciones. La NASA explicó, que estas protecciones las dejaron en la luna para aminorar la carga al regreso. Y también que: “Las primeras huellas en la Luna estarán allí durante un millón de años. No hay viento que los arrastre”.