Las barreras estaban bajas en el paso a nivel y el convoy tocó bocina en reiteradas oportunidades, pero la mujer iba con auriculares.
Una mujer de 43 años murió ayer al ser arrollada por un tren y tras una agonía de varias horas en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). La víctima, Sandra Arévalo, caminaba en horas de la mañana con auriculares puestos cuando fue impactada por la locomotora de una formación con 81 vagones en las vías de Francia y Cagancha. El hecho le provocó traumatismo de cráneo y una letal lesión pulmonar.
El paso a nivel tenía las barreras bajas, las alarmas encendidas y el convoy tocó bocina en reiteradas oportunidades. Según los primeros testimonios, la mujer sobrepasó el cruce peatonal y las barreras a pesar del funcionamiento de las señales luminosas y auditivas.
La locomotora era conducida por Alejandro G., de 35 años, quien intentó avisarle en reiteradas oportunidades a la víctima que se retirara de las vías a través de la bocina. Pero la cuestión radica en que la mujer tenía colocados auriculares, por lo que avanzó sobre las vías, pero no hizo tiempo a cruzar del todo.