Una empleada del centro comercial Wuyue Plaza, en la provincia china de Zhejiang, corría apurada, se tropezó y cayó en un estanque lleno de tiburones que esperaban ansiosos saciar su hambre
El rápido accionar de los guardias de seguridad y de algunos valientes testigos fue clave para salvar a la mujer y evitar que se convirtiera en alimento para los tiburones.