Los intentos de sus abogados por aplazar el juicio en su contra, que inicia el lunes, fueron inútiles. El fundador del mexicano Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera pasa las horas previas a su presentación en la Corte Federal de Brooklyn, encerrado en su celda y pensando en uno de sus mayores temores: enfrentar una pena de cadena perpetua.
Aunque durante años fue uno de los capos más poderosos del mundo y de los más buscados en México y Estados Unidos, Guzmán Loera es ahora un preso más que vive casi en total aislamiento, sin poder ver a su esposa y sin contacto físico.
Con el cabello cortado al ras, sin bigote y vestido con un traje de presidiario azul, “El Chapo”, de 61 años y poco más de 1,60 metros de altura, ha perdido mucho de su aura de implacable jefe narco, y espera su juicio “tan esperanzado como puede estarlo”, según declaraciones de su abogado Jeffrey Lichtman, citadas por la agencia AFP.
Ahora, luce delgado, tiene problemas de salud por la falta de sueño y aire natural y la exposición todo el tiempo al sistema de aire acondicionado que le ha provocado malestares en oídos y garganta. En las audiencias previas apenas se escucha su voz, ya que el juez no le permite hablar adentro dela sala.
“Sufro de dolores de cabeza todos los días. Vomito casi todos los días. No me han arreglado dos muelas y me duelen mucho“, se quejó en su única comunicación directa con el juez Brian Cogan, una carta enviada en febrero, según la agencia francesa.
Guzmán Loera enfrenta acusaciones por 11 cargos relacionados con narcotráfico y lavado de dinero, entre ellos, el traficar más de 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos, además de toneladas de heroína, metanfetaminas y marihuana a lo largo de 25 años.
Según sus abogados, poco queda de aquél hombre que se burló una y otra vez de las autoridades escapándose dos veces de cárceles de alta seguridad, traficando drogas por aire, mar y tierra, incluso a través de decenas de túneles en la frontera con Estados Unidos, en un juego en el que les demostraba que no lo podían atrapar.
En una carta enviada en octubre a la prensa mexicana, Mariel Colón, parte de su defensa, aseguró que las condiciones en que vive su cliente “son críticas, ya que ha estado en régimen de aislamiento durante casi dos años, encerrado 23 horas al día. Su celda no tiene ventanas, por lo que no recibe aire fresco y no puede salir a ver el sol”.
Destacó que la única vez que sale de su celda, en el Centro Correccional Metropolitana de Nueva York, es cuando recibe la visita de su equipo legal y cuando tiene que asistir a audiencias al tribunal. “Las visitas legales son sin contacto. El Sr. Guzmán no ha tenido contacto humano desde hace casi dos años”.
En la medida que se acerca el inició del juicio de “El Chapo”, su familia también ha ocupado titulares en los medios: primero, un video de su esposa Emma Coronel bailando en una fiesta con unos amigas, se hizo viral, así como la entrega de colchones a damnificados por las lluvias en su estado natal, Sinaloa, con sus iniciales “JGL” y que aparentemente fueron entregados por sus hijos.
Parte de su leyenda es que en 2013, la revista especializada Forbes lo incluyó en su lista de los hombres más ricos del mundo. En enero de 2017 fue extraditado de México a Estados Unidos.