Las autoridades lo atribuyen a las reformas nacionales y al temor de que ello pudiera replicarse en el sistema local. Cómo incide cada sector en el resultado negativo global del organismo.
El déficit de la Caja de Jubilaciones de Santa Fe había sido de 4.600 millones de pesos en 2017; cerrará 2018 con un rojo cercano a los siete mil millones, en tanto que ya se proyecta para 2019 un desequilibrio que podría rozar los 8 mil. Según las autoridades del organismo, uno de los factores que ha incidido en la evolución creciente del déficit -además de la inflación que repercutió en las últimas discusiones paritarias- ha sido una suerte de aluvión de nuevos jubilados que se sumaron al sistema.
Según precisaron a El Litoral la directora de la Caja, Alicia Berzero; y el subsecretario de Seguridad Social de la provincia, Fabián Medizza, en este último año se produjo un incremento del orden del 40% de las altas o jubilaciones otorgadas.
“Estamos en unas 1200 altas más en lo que va de 2018 respecto de lo que fue todo 2017, y todavía nos falta más de un mes para terminar el ejercicio”, dijo el funcionario. “El año pasado -acotó Berzero- se habían firmado 4700 beneficios y este año ya estamos en 5700. Estamos mil arriba de las del año pasado y del promedio que veníamos teniendo en los últimos años. Creemos que podemos llegar a 6500, más o menos, en 2018. Esto es casi un 40% más”, vaticinó.
La tendencia modificó, incluso, la relación activo-pasivo que venía teniendo el organismo. “Estábamos en 2,40 activos por un pasivo, y pasamos a 2,29. Lo ideal -recordó la funcionaria- es tres o cuatro activos por cada jubilado”.
Por qué
Explorando las causas que motivaron ese deseo de los santafesinos de jubilarse casi “en masa” , Medizza lo atribuyó a la difusión de las reformas previsionales del gobierno nacional, y al temor de que ello pudiera replicarse en Santa Fe. “Desde el gobierno central se empezó a hablar de modificar la ley, de cambiar el régimen, de armonizar. Desde la provincia, siempre desestimamos esa posibilidad, pero toda esa campaña publicitaria desde la administración central hizo que más gente solicitara su jubilación”, sostuvo. Según contó, el incremento de altas coincide temporalmente con el momento en que “empezó a lanzarse esa idea” de cambio de sistema. “Comenzó a hablarse (desde Nación) -recordó Berzero- de que podía aumentar la edad jubilatoria o de que la supuesta armonización que haría la provincia, modificaría la determinación del haber. Sobre eso nunca hubo ni hay ningún proyecto, y si bien lo hemos desmentido, el tema vuelve a salir a la palestra en los medios nacionales y eso ha influido en la gente que tiene miedo de perder condiciones y busca jubilarse. Y a veces se jubila mal -advirtió-; trata de obtener el beneficio como sea, sin esperar a cumplir las condiciones para acceder al 82% móvil”.
“Hay un intento compulsivo de jubilarse para aprovechar los beneficios del sistema provincial -suscribió Medizza-. Tenemos pedidos recientes de gremios que nos exigen un posicionamiento público sobre la supuesta armonización según exigencias del FMI; nosotros respondemos que desde el año 2016 desde que se aprobó la ley de financiamiento de las cajas no transferidas, estuvimos siempre trabajando para intentar obtener esos recursos pero nunca se habló de armonizar nuestros parámetros; nunca cedimos alguno de nuestros criterios”, enfatizó.
Sector por sector
Si bien el aumento de los beneficios otorgados en los últimos meses incidió en el crecimiento del déficit, también repercutieron mejoras en los haberes de determinados sectores. Así, la radiografía del universo de pasivos de la provincia arroja un ránking de sectores deficitarios que encabeza el bancario, con 71 millones de pesos mensuales de déficit; la EPE con 78 millones de déficit mensuales; y el Poder Judicial, con 123 millones de pesos por mes. El rojo de los bancarios se explica porque es un sistema sin activos que aporte; el de la EPE y Judiciales, por los montos de haberes que se perciben en relación a la cantidad de aportantes. “Son los dos sectores más deficitarios, si se tiene en cuenta el dinero que ingresa por los aportantes en actividad, respecto de lo que cobran los jubilados de esos sectores”, explicó Berzero. Resta el sector docente que genera 160 millones de pesos por mes al déficit, pero con una masa de beneficiarios que incluye doce veces a la del sector judicial. “El sector docente ingresó desde hace unos años en la línea de déficit pero no es demasiado significativo”, interpretó Berzero.
En virtud del déficit estructural del organismo, de la composición de sus sectores y del envejecimiento poblacional que se experimenta, las autoridades de la Caja coincidieron en afirmar que no puede pensarse en el financiamiento del régimen únicamente por la relación de activo-pasivo. “Vamos hacia sistemas contributivos y asistidos, como de alguna manera ya lo es Anses”, plantearon.
“Santa Fe -dijo Berzero- tiene un déficit razonable en función de los beneficios que se acuerdan. Lo que necesitamos es que Nación cumpla los compromisos asumidos”. Como informara El Litoral oportunamente, Ansess reconoció el total del déficit previsional de 2017, aunque dilató el envío del primer desembolso. Ahora, resta el aval legislativo para que cancele las tres cuotas restantes.
“Nuestro sistema es muy saludable -reforzó Medizza-. Pero Nación debe cumplir los compromisos asumidos -insistió-. Fuimos la segunda provincia en cumplir todos los parámetros exigidos y terminamos siendo casi la última a la que se le envía el dinero”, concluyó.
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