Impedirían el ingreso y salida de camiones. El gremio quiere forzar a las empresas a renegociar la paritaria.
El Sindicato de la Alimentación amenaza con iniciar desde la cero hora de este lunes un bloqueo en plantas de Arcor, Bimbo, Pepsico, Molinos y Mondelez, entre otras empresas grandes y medianas, para forzar al sector empresario a retornar la negociación paritaria. El gremio se propone impedir los ingresos y salidas de camiones de las fábricas, pero no el acceso de los trabajadores.
Se especulaba con la posible intervención del Ministerio de Producción y Trabajo, con un eventual dictado de la conciliación obligatoria.
“Más allá de las diferencias que podamos tener bajo ningún concepto se puede cortar el diálogo que estábamos teniendo por paritarias de manera unilateral y por teléfono”, señaló Rodolfo Daer, titular del gremio de la Alimentación. Excusa a los delegados de la cámara del Pollo que se acercaron a la mesa paritaria para informar que ya no tenían el aval para seguir negociando.
El disparador que abrió la puerta del conflicto fue la irrupción del bono, de hasta $5.000, que deberán pagar las empresas.
Corría la semana pasada cuando el Gobierno y la CGT trocaban bono por paro, primero en negociaciones informales y desde el martes sumando a los empresarios a la mesa, cuando, según denuncia Daer, “los empresarios decidieron levantar las negociaciones de manera abrupta”. La incertidumbre operó sobre los empresarios que optaron por frenar el debate salarial. Es que en la cuenta de actualización paritaria, claro está, también está metido el bono: tal como está redactado el Decreto, el plus se debería pagar y sino se debe rediscutir en ámbito paritario. Y si en caso de que una empresa no pudiera hacer frente a él, el sindicato deberá, según el artículo tercero, avalar dicha crisis para modificar el monto y la cuotificación en caso de ponerse las partes de acuerdo.
El STIA había firmado en junio un acuerdo del 25,5% contemplando un alza en mayo, del 11% sumado a un 1,5% por inflación. A estas sumas se la adicionaban un aumento del 7% en octubre y otros seis puntos en enero: Daer buscaba adelantar el aumento de enero a octubre.
Este gremio alcanza a 60.000 trabajadores que están encuadrados en cinco convenios colectivos de trabajo. Y un dato que pone aún más en jaque la negociación: uno de los empresarios del sector es Daniel Funes de Rioja, vice de UIA y titular de la Cámara de la Alimentación (Copal). Se opone a la obligatoriedad del plus a la vez que aseguró que “más del 60% de las firmas no podrán pagar el refuerzo”.
Desde el sector patronal están a la “espera” de la firma del decreto para ver “la letra chica” y de ahí en más resolver. Para el sector sindical “ya está todo hablado”, dando a entender que “no debería” haber sorpresas por lo que “nadie debería hacerse el distraído”.
De fuentes gremiales que estuvieron en el tironeo de la semana pasada se dejó saber que este lunes saldría el decreto con la estampa del presidente Mauricio Macri. El ministro de Producción, Dante Sica, consideró que “esta semana saldrá” sin precisar día.