El departamento encargado de la censura en la red en China, la Administración del Ciberespacio de China (CAC), anunció la suspensión de más de 9.800 cuentas en redes sociales al considerar que publicaban informaciones que se situaban fuera de los marcos legales establecidos.
Esta campaña de “limpieza y rectificación de una serie de fenómenos incontrolados” arrancó el pasado 20 de octubre, explicó la CAC en un comunicado emitido anoche.
El órgano censor acusó a populares plataformas sociales como WeChat -equivalente chino de WhatsApp, propiedad del gigante tecnológico Tencent- y Sina Weibo -el Twitter chino- de “falta de responsabilidad, gestión negligente y tolerancia ante la proliferación salvaje” de este tipo de cuentas.
Según el documento, algunos de estos usuarios “propagaban información política dañina, alteraban maliciosamente la historia del Partido y del país, calumniaban a héroes y desacreditaban la imagen del país”.
“Otros creaban rumores, diseminaban informaciones falsas y perturbaban el orden social normal”, agregó.
La CAC también indica que algunas de estas cuentas publicaban pornografía, “desafiaban a la moralidad“, extorsionaban a otros usuarios o infringían los derechos de autor, entre otras acusaciones.
Tras entrevistarse con los funcionarios de la censura cibernética, directivos de las citadas redes sociales afirmaron que supervisarían la opinión pública y que “rectificarían y gestionarían de manera estricta” sus plataformas.
Por último, la CAC pidió en su comunicado que “toda la sociedad participe en la limpieza y en el desarrollo ordenado de los medios“, y agradeció la colaboración de quienes denunciaron “la información ilegal y dañina” para “mantener el orden de la comunicación en red” y garantizar un “ciberespacio limpio, positivo, sano y ordenado”.
En mayo de 2017, el Gobierno anunció medidas para estrechar el control sobre los medios, como la imposición de editores jefes y redacciones aprobadas por las autoridades comunistas en todas las páginas web de información del país.
Desde entonces, los medios también deben “seguir la línea del Partido Comunista” y cumplir determinadas medidas de “emergencia” que el régimen impone ante algunos acontecimientos, como por ejemplo, permitir solo la publicación de información proveniente de medios oficiales ante desastres naturales u otros asuntos sensibles.
China es el país con más internautas del mundo (alrededor de 700 millones) pero a la vez uno de los que ejercen mayor control en los contenidos de la web, como muestra el hecho de que populares webs como Google, Facebook, Twitter o YouTube están bloqueadas en el país desde hace años.
(Con información de EFE)