El desplazamiento de la arcilla en la base de la barranca generó rupturas en el camino costero.
La ciudad entrerriana de Diamante se mantiene en alerta luego del desprendimiento de 130 metros de barranca ocurrido a principios de octubre y que puso en vilo a 62 familias de la zona del Cristo Pescador.
Los vecinos aseguran que es llamativo porque está toda la costanera con una cantidad de grietas inmensas, donde la arcilla se está expandiendo y se está yendo hacia el río, lo que genera que se agriete la zona. Cabe destacar que ya se agrietó una parte del camino de la costanera y un sector está cortado.
Dichos movimientos fueron caracterizados como eventos que forman parte de una evolución cíclica en la cual el frente de la barranca va retrocediendo hacia el interior del terreno.
Varios de los vecinos del barrio Urquiza que habían sido evacuados por el peligro de derrumbe ya volvieron a sus hogares a pesar de la incertidumbre que genera la situación. De igual manera, desde el gobierno local continúan con guardias mínimas en el barrio y se provee a las familias de asistencia a través de Desarrollo Social, Servicios Públicos y Bomberos.