Pese al duro momento que tuvo que atravesar la humorista Sarah-May Philo transformó sus nervios en música y divirtió a todos en el quirófano.
Según contaron los profesionales, la humorista escosesa contó chistes y hasta entonó el “Ave María” mientras le extirpaban un tumor en una cirugía que duró nueve horas.
Sarah tiene 34 años y sabía que debía permanecer despierta para que los médicos pudieran medir su función cerebral, pero su desempeño dentro del quirófano fue más allá de lo que esperaban.
El calvario de la mujer comenzó en 2016 cuando, tras sufrir una crisis, se le descubrió un tumor (llamado oligodendroglioma) en su cerebro que llevaba más de 15 años allí, pero que nunca había dado señales.
En diálogo con la BBC Radio Scotland, Sarah reveló que durante la operación “encontraron un tumor que aparentemente ocupaba la mitad de mi cerebro” y que eso llevó a que las funciones de su cerebro estén “en el lado equivocado”.
Durante la cirugía se extrajo un tumor del tamaño de una pelota de tenis, y se dejó un 15% sin sacar, ya que extirparlo hubiera afectado su habla y movimiento. “Como permanecí despierta todo el tiempo podían ver cuando mi habla se veía afectada o cuando no podía apretar el puño. Así que efectivamente tuve que hablar continuamente durante ocho horas”, contó la mujer.
La intervención quirúrgica se llevó a cabo en el hospital Queen Elizabeth University (Glasgow, Escocia) pero lo que pasó puertas adentro del quirófano se conoció en todo el mundo, ya que no es común que una persona se tome con tanta gracia semejante prueba de la vida.
La humorista (que recuerda todo lo ocurrido durante la operación) contó: “En un momento el cirujano detrás de mí dijo ‘¡Uy!’ y yo le dije ‘cómo que uy!’ ¡Estás en mi cerebro!’“. A su vez, cuando reveló que había dado clases para ser cantante de ópera, el personal médico le pidió que cantara algo, y ella entonó el “Ave María”.
A su vez, reveló que era fanática de los programas de televisión sobre medicina y que le pidió a los cirujanos que le tomaran algunas fotos para guardar de recuerdo en un álbum. “Siempre me han gustado mucho los programas de televisión sobre médicos. Les pedí que me hicieran fotos y ahora tengo un álbum de fotos del interior de mi cerebro”.
Después de algunas sesiones de radioterpia y de la quimioterapia, Sarah pudo retomar su trabajo como maestra de educación especial y sigue utilizando el humor como un aliado para su recuperación