El verano y el invierno son las mayores temporadas de consumo energético del año. Al uso de los electrodomésticos básicos, como la cocina, el lavarropas o el televisor, las familias suelen agregarle el aire acondicionado o las estufas eléctricas. En esos casos, el nivel de consumo aumenta.
La llegada de noviembre trajo los primeros días de calor y la utilización del aire acondicionado en muchos hogares del país. Un relevamiento de Enel, la empresa que produce y distribuye parte de la energía eléctrica del país, sobre el consumo energético permite conocer cuáles son los electrodomésticos que más gastan y, principalmente, cómo varían los costos de acuerdo a la temperatura con la que se utilice el aire.
La empresa comenzó una campaña de eficiencia y ahorro energético de cara al verano, la temporada de más consumo de energía eléctrica del año. En ese sentido, informó sobre el consumo de los principales electrodomésticos y dividió en bajo, medio y alto las categorías de consumo.
Las heladeras, los ventiladores y los televisores son los que menos electricidad consumen. Una heladera gasta 0,05 kWh, un ventilador 0,08 kWh y un televisor 0,28 kW. Además, la utilización de lámparas LED reduce el consumo exponencialmente ya que solo gastan 0,01 kWh.
En la categoría del medio entran los lavarropas (0,53 kWh), el panel calefactor (0,60 kWh), la estufa de cuarzo (0,70 kWh) y el termotanque eléctrico (0,90 kWh).
Los que mayor consumo generan son el aire acondicionado (1,00kWh), el anafe eléctrico (1,00 kWh), el horno eléctrico (1,04 kWh) y el caloventor (2,00 kWh).
En lo que respecta a la utilización del aire acondicionado, la empresa comunicó los valores orientativos que puede arrojar la utilización de un equipo promedio. En ese sentido, destacó la importancia de utilizar el aire a 24°, ya que el costo puede reducirse casi a la mitad que si se lo usa en temperaturas menores.
Si el aire es utilizado en 24°, el consumo promedio es de 1,000kWh y el importe es de $2,97. A medida que la temperatura que el usuario elige es menor, el gasto aumenta progresivamente. En 23° el consumo es de 1,065 kWh y el importe asciende a $3,16, en 22° es de 1,134 kWh y el precio a pagar es de $3,37, en 21° es de 1,208 kWh y el importe es de $3,59.
Si el usuario decide usar el aire en 18°, el consumo es de 1,459 kWh y el importe asciende a $4,33. El aumento de precio es considerable en lo que respecta al gasto que genera utilizar el aire en 24° y hacerlo en 18°. Por eso la recomendación de la empresa que provee la energía es que el aire siempre sea usado en 24°.