Lleral cita las conclusiones de una junta de más de 30 peritos, la autopsia y estudios de algas e insectos para concluir que murió ahogado en el río Chubut.
La decisión del juez Lleral de cerrar la causa por la trágica muerte de Santiago Maldonado, luego de un año más de investigaciones, está basada en una serie de estudios científicos sobre el cuerpo del artesano, la escena del hecho, el plácton, el pólen y las microalgas del río Chubut. Además, de los testimonios de los mapuches que acompañaron a Maldonado y de los gendarmes que participaron del desalojo de la ruta 40 el 1° de agosto del 2017, el magistrado cita estudios entomológicos (estudio de los insectos), geológicos, palinológicos (estudio del polen y las esporas, vivos o fósiles) y de microalgas.
El fallo de casi 330 páginas destaca el informe de la junta de peritos que se reunió el 24 de noviembre del año pasado en Buenos Aires. Esa junta estuvo integrada por los tanatólogos Roberto Cohen, Jorge Herbstein y Cristina Bustos, del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional, y por el reconocido experto del Equipo Argentino de Antropología Forense, Luis Bosio, e integrada por más de 30 expertos de renombre, entre los que se cuentan numerosos peritos representantes de la familia Maldonado, de los demás querellantes y del imputado, el gendarme Emmanuel Echazú.
El juez destaca que de manera unánime que la junta concluyó que: “(…) El cuerpo ha sido rescatado de las aguas del Río Chubut, lo cual permite denominar al lugar como escena del hallazgo…” En el caso de Maldonado, el estudio de autopsia “descartó la presencia de lesiones, lo cual permite afirmar que no hay elementos objetivos como para suponer un escenario previo a la muerte” fue otro. Así rechazó la hipótesis según la cual Maldonado fue muerto en otro lugar y luego “plantado” en el río Chubut.
Precisa que la muerte se produjo por “asfixia por sumersión, coadyuvado por hipotermia”. La temperatura del río Chubut en ese mes fue de 4,1 grados centígrados de promedio.
Dice que en el cuerpo “se hallaron valvas completas o fragmentos de 6 especies, la mayoría de ellas son tricoplanctónicas” y cita la doctora Maidana quien concluyó señalando que: “Los resultados de los análisis realizados permiten inferir que en la cavidad cardíaca ingresó agua del río, con diatomeas. El agua que ingresó contenía más especies de diatomeas semejantes a las más abundantes en las muestras de la vestimenta que en las muestras de agua”. “En el caso que nos ocupa, se describe una pérdida irregular de la capacidad tintorial apreciada en la microfotografía , por lo cual el tiempo de permanencia del cuerpo en el agua supera los dos meses”, agrega.
Luego el juez argumenta porque rechazó la posición de una experta que sostuvo que el polen que tenía el cuerpo era del exterior lo que avalaría la hipótesis de que el cuerpo fue “plantado”. “Povilauskas omitió considerar la diversidad de estructura, plegado, composición, porosidad, entramado, confección, absorción y entretejido del calzado y las distintas ropas de Santiago Maldonado de los que se extrajo polen”. Por ejemplo, “el nylon tipo impermeable del pantalón de la víctima. Pero lo cierto es que la composición y la estructura textil de un pantalón tipo cargo de nylon impermeable son distintas a las de un pullover tejido, o a las de una chalina con flecos, o a las de un calzoncillo de algodón, o a las de un par de medias”. Es decir, señalar si la facilidad de desprendimiento del polen “opera igualmente respecto de una media de algodón adentro de una bota impermeable de montaña o respecto de una chalina enrollada en el cuello o respecto de un pullover tejido dentro de una campera impermeable cerrada, etc.” Cita al doctor Néstor Centeno quien concluyó que: “El estudio de la fauna cadavérica indica que el cadáver no estuvo expuesto en tierra a la acción de los insectos y que habría permanecido un lapso indeterminado en el fondo del río para luego flotar pocos días antes del hallazgo”.
Más adelante, Lleral asevera que la junta de peritos “aportó conclusiones que confirman la certeza de que Maldonado murió en el lugar en donde se lo vio por última vez y que allí permaneció su cuerpo hasta que fue rescatado el 17 de octubre de 2017”.
Finalmente, reconstruye cómo fue la persecución de Maldonado por parte de los gendarme en el Pulof y recuerda que el mapuche Naiman Pilquiman alcanzó la orilla opuesta del río Chubut. “Ahí corro a encontrarme con Matías Santana, que tenía ropa para pasarme. Ahí hicimos un fuego y tomamos un té y sopa porque hacía mucho frío. (…) Cuando estoy del otro lado del río sacándome el buzo, puedo ver que había gendarmes en la barranca arriba tirando con 9mm, escopeta y piedrazos, pero abajo en el agua estaba solo Santiago. Ahí ya no lo vi más. Cuando hicimos el fuego, yo me quedé ahí porque el frío era realmente muy fuerte, (…). (…) Yo nunca más lo escuché a Santiago, ni gritar ni pedir ayuda, las últimas palabras que escuché de él fueron “No puedo Peñi””, cita Lleral para describir el último momento de Maldonado con vida.