Finalizadas las elecciones de medio término en Estados Unidos, los republicanos (oficialismo) pudieron conservar la mayoría en el Senado pero los demócratas le arrebataron el control de Diputados.
Las elecciones legislativas de medio mandato en Estados Unidos se presentaron como un plebiscito para Donald Trump y, en base a ese planteamiento, el presidente sufrió este martes un revés al perder el Partido Republicano el control de la Cámara de Representantes.
Es lo que proyectaron los medios estadounidenses en la noche, casi cinco horas después de que cerraran las primeras urnas en la costa este del país. Los republicanos mantienen no obstante el control del Senado.
“Tremendo éxito esta noche. ¡Gracias a todos!”, escribió Trump en un llamativamente escueto mensaje en Twitter.
Que los republicanos mantengan el Senado prácticamente le garantiza que no será tumbado en un “impeachment” después de que los demócratas abran en la Cámara de Representantes las investigaciones contra él que pretenden, ya que para aprobarlo se necesitaría el apoyo de 67 de los 100 senadores.
Pero por seguro que al mandatario le quedan dos años de gobierno incómodos por delante hasta que se presente a la reelección en 2020. Así lo dejó claro Nancy Pelosi, hasta ahora líder de la minoría demócrata en una Cámara de Representantes en la que los republicanos tuvieron la hegemonía durante los últimos ocho años.
“Mañana será un nuevo día en Estados Unidos. Recuerden esta sensación: es el poder de ganar”, proclamó la política, de 78 años. “Ahora de lo que se trata es de restaurar la Constitución, el sistema de ‘checks and balances’ (controles y contrapesos) frente a la administración Trump”, aseguró.
En los comicios de hoy se renovaban al completo las 435 bancas de la Cámara de Representantes. En el Senado, los asientos en liza eran 35 de los 100 que tiene. También hubo 36 elecciones a gobernador.
No solo el afán del Partido Demócrata convirtió estos comicios en un plebiscito sobre Trump, sino que también lo impulsó el propio mandatario, que se hizo prácticamente omnipresente en el final de la campaña. Y agitó el miedo a la inmigración para movilizar a la base que justo dos años atrás le garantizó la victoria que tomó por sorpresa a prácticamente todo el mundo.
Trump protagonizó 50 mítines, 30 de ellos en los últimos dos meses. “Esto es una invasión”, dijo el mandatario en varias ocasiones sobre las caravanas de migrantes centroamericanos que se dirigen a Estados Unidos para pedir asilo ante la violencia en el Triángulo Norte.
Justo antes de los comicios, envió 5.200 soldados en activo a la frontera con México como si los migrantes, a los que les quedan semanas para llegar, estuvieran ya a las puertas del país intentando tumbarlas.
Para los demócratas, estos comicios eran una prueba de fuego. Aunque hubo un momento en el que albergaron la esperanza de poder hacerse también con el Senado, analistas y encuestas lo daban ya desde hace un tiempo por descartado. Pero no lograr el control de la Cámara de Representantes hubiera sido una debacle.
Las elecciones de medio mandato son normalmente un castigo para el partido del mandatario que se encuentra en la Casa Blanca y los demócratas, desnortados desde la derrota de Hillary Clinton hace dos años, necesitaban indispensablemente esta victoria.
Ahora comenzarán los movimientos en busca del candidato con más posibilidades de ganar a Trump en las urnas en 2020.
Una de las posibles aspirantes que se incluyen en las quinielas, la senadora Elizabeth Warren, revalidó esta noche a sus 69 años su puesto por Massachusetts. Warren se sitúa en la izquierda de los demócratas, al igual que el senador por Vermont y contrincante de Clinton en las primarias, Bernie Sanders, que también mantuvo su banca en el Senado.
A esta izquierda se le ha unido ahora la joven de origen puertorriqueño Alexandria Ocasio-Cortez, quien a sus 29 años y defendiendo un “socialismo democrático”, se convertirá en enero en la miembro más joven en la Cámara de Representantes.
Una de las decepciones de la noche para los demócratas fue el fracaso en Texas de Beto O’Rourke, que con un estilo fresco y una defensa de la inmigración en los tiempos que corren, intentó arrebatar su lugar en el Senado al histórico republicano Ted Cruz
La demócrata Debbie Mucarsel-Powell, que nació en Ecuador y se nacionalizó estadounidense, desplazó por su parte de su puesto por Florida en la Cámara de Representantes al republicano Carlos Curbelo, fuerte crítico de los Gobiernos de Cuba y Venezuela.
Antes de los comicios se habló mucho en Estados Unidos sobre la “ola azul”, en referencia a la movilización que se estaba viendo en las filas demócratas. Un analista de CNN habló esta noche de “ola arcoiris”, refiriéndose a la diversidad que la victoria demócrata en la Cámara de Representantes traerá consigo.
Con un récord de mujeres candidatas, medios como “The Washington Post” vaticinaban la entrada en el Congreso de una cifra de mujeres mayor a la que había. Entre ellas estarán seguro Rashida Tlaib e Ilhan Omar, las dos primeras mujeres musulmanas.