El presidente de Bolivia, Evo Morales, admitió hoy, como un problema que tiene, que se ha acostumbrado al poder y no quiere dejarlo.
El presidente boliviano se encuentra en Guatemala para asistir este viernes a la XXVI Cumbre Iberoamericana que se celebra en la ciudad de Antigua.
Ataviado con la toga y el birrete doctoral, recordó la lucha sindical y de los pueblos originarios que hace más de doce años lo llevaron al poder, un sitio al que, dijo, se ha “acostumbrado” y ahora “no quiero salir, y ese es el problema que tengo”.
El Consejo Superior Universitario de la Usac le otorgó la distinción a Morales en un acto solemne que fue adornado por la música de la marimba y un coro indígena infantil del departamento central de Sacatepéquez, la Universidad también reconoció su “lucha para la inclusión de los pueblos originarios”, el “especial interés en contribuir con ejecutorias de beneficio social”, así como “el apoyo e interés por el pueblo de Guatemala”.
Al acto, presidido por el rector de la máxima casa de estudios guatemalteca, acudió la Premio Nobel de la Paz en 1992, Rigoberta Menchú, a quien Morales saludó afectuosamente.
Con el objetivo de perpetuarse en el poder
A falta de un año para los próximos comicios generales, Morales ha sido proclamado ya varias veces por sus partidarios, pese a las críticas de la oposición y de plataformas ciudadanas que exigen respeto por los resultados de un referendo que en 2016 le negó la posibilidad de volver a postular.
Pese a esa consulta, el oficialismo boliviano logró que en 2017 el Tribunal Constitucional del país avalara la reelección indefinida, amparándose en un artículo de la Convención Americana de Derechos Humanos sobre el derecho de un gobernante y de su pueblo a elegirlo sin ese tipo de limitación.
El órgano electoral de Bolivia debe pronunciarse el próximo 8 de diciembre sobre las candidaturas habilitadas para unas inéditas elecciones primarias previstas para el 27 de enero de 2019, en medio de advertencias de movilizaciones de oficialistas que defienden la postulación de Morales y opositores que la rechazan.
Con información de EFE