En todas las escuelas, tanto públicas como privadas, está finalizando el ciclo lectivo 2018 y son muchísimas las actividades que los alumnos de todos los niveles realizaron durante el año. Realmente se desarrollaron productos maravillosos y es importante para ellos que la comunidad pueda conocer lo que sucede dentro de las aulas.
Por tal motivo, los estudiantes de nivel secundario y los docentes de la Escuela Nº 474 “Tambor de Tacuarí” decidieron realizar una exposición de todos los trabajos para que las familias, todos los alumnos de la institución y el público en general puedan visitarla y aprender junto a ellos.
Más de diez trabajos se presentaron en las instalaciones del establecimiento que se desarrollan en las dos terminalidades como son Informática y Electromecánica. Los alumnos ingresan a la escuela, asisten a distintas áreas de educación secundaria y al finalizar el segundo año deben elegir la terminalidad que desean. En los años restantes se dedican a perfeccionarse específicamente en lo que eligieron.
El famoso “taller” de la escuela técnica como la conocen todos, albergó a miles de alumnos desde que funciona y lo que se destaca es que egresan con una formación laboral importante para su futuro.
Entre los trabajos que se expusieron, se encontraban creaciones en hojalatería, un creativo piano con frutas, coloridos instrumentos musicales con materiales reciclables, semáforos, novedosas aplicaciones para utilizar con la computadora y la puesta en marcha de una máquina que se utilizaba en el ferrocarril.
Los mismos alumnos fueron los encargados de explicar los procedimientos que realizaron, los materiales que necesitaron y las maquinarias que utilizaron. Además, expresaron el gran orgullo de poder compartir sus logros y que sean reconocidos por su labor y compromiso con la educación.
“Lo que estoy explicando es sobre tornería y electricidad, por ejemplo, las instalaciones, la medición de la energía, conocer los riesgos y cómo protegerse. Nosotros utilizamos distintas herramientas para trabajar con metales y otros materiales para realizar piezas que se necesiten, desde un repuesto para una bicicleta hasta un engranaje para una máquina. Trabajar en esta escuela está buenísimo porque desde muy chico aprendes a manejar máquinas grandes”, contó Brisa Peralta, alumna de segundo año, y resaltó que “nos gusta mostrar lo que hacemos, explicarles a los demás y ver cómo la gente se asombra no tiene valor”.
Para destacar, además de aprender a fabricar objetos, los jóvenes aprenden a ser solidarios y colaborar con los demás. Ese fue el objetivo de un grupo que armó instrumentos y juguetes que serán donados a los niños.
“Nos propusieron en música hacer instrumentos y juguetes con materiales reciclados que van a ir al Centro de Acción Familia y a la Casa del Niño. Están muy buenas estas actividades y quisimos ponerle mucho color a las maracas, los tambores, los palos de lluvia y los juguetes”, comentó Agustín Rivero, alumno de primer año.