El Verde se impuso 2 a o a Central en la semifinal de vuelta y se metió en la definición del torneo. Carlos Fragata y Kiro Fernández los autores de los goles. Del otro lado espera Atlético de Tostado que barrió la serie 8 a 2 ante Selva.
Ferro se instaló en la final, producto de ser más inteligente, de tener más experiencia, y de aprovechar los momentos que tuvo, no solamente este domingo, sino en la serie. El Verde entendió, que para dejar en el camino a Central, debía ser un equipo más defensivo, resignar sus ganas de atacar con los laterales y mantener una línea de 4 siempre bien armada, que la clave del partido era que no lo tomen de sorpresa, por eso casi que no pasó momentos de zozobra, salvo un cabezazo de Sauco a la salida de un córner, y un disparo de Lencina que dio en el palo, el resto ,o controló Ferro, que sin jugar un partido “atractivo”, siempre fue más. Biagorría seguro en cada centro, Hansen pilar fundamental en la defensa, siempre firme, chocando y poniendo el pecho cuando se lo necesitó, ganando en todos los mano a mano. Diez fue el mejor del medio combativo, hasta casi termina marcando un verdadero golazo. Carlos Fragata, la gran figura del partido y de la serie; un pibe de 35. En el partido de vuelta marcó los caminos, corriendo, marcando y presionando, en un rol distinto a lo que estamos acostumbrados, y obviamente jugando; “tiene un guante en el pie”, describió Marozzi, DT de Central una vez concluida la serie.
A nuestro entender, esas fueron la figuras, pero lo cierto es que en Ferro no desentonó nadie, todos cumplieron un rol fundamental, y llevaron a Central al estado de nerviosismo que necesitaban. Un Central Argentino que nunca encontró los caminos, que por más que mando a Sayago de entrada para intentar tener más fútbol, nunca fue gravitante, le faltó viveza, y un poco de suerte quizás (por el tiro en el palo de Lencina). Los dos goles de Ferro este domingo llegaron por errores o distracciones defensivas.
El primero llegó mediante una presión alta de Fragata y Diez, este último recuperó la pelota y se la cedió a Carlos que, cuando se metió en el área, fue derribado por uno de los marcadores centrales y Silvestre (árbitro del partido de muy buen desempeño) sancionó penal, pena máxima que el propio Fragata se encargó de cajear por gol. Dos minutos más tarde, a los 27 del complemento, fue Cabral quién presionó a Rojas, el líbero se durmió y el 9 le ganó la posición, dejando la pelota para Fernández, y Kiro no perdonó. Un 2 a 0 demoledor que cerró la llave, sin objeciones, porque Ferro lo mereció. Es más, pudo hasta terminar goleando, pero Sotomayor no estuvo fino y malogró tres situaciones claritas de gol.