Miembros de la caravana migrante, integrada en su mayoría por hondureños, llegaron este sábado al central estado de Puebla, ubicado a solo 120 kilómetros de la Ciudad de México.
Se espera que durante la noche lleguen cada vez más migrantes del grupo a albergues en la capital de Puebla que han dispuesto tanto la iglesia católica como las autoridades locales.
Los migrantes salieron durante la mañana de la localidad de Sayula rumbo a Isla, en Veracruz, después de que las autoridades de ese estado cancelaran un ofrecimiento de transporte para trasladarlos a Ciudad de México. Una vez en Isla, decidieron seguir su camino hacia Puebla.
El viernes, el gobierno de Veracruz les había ofrecido transporte hacia Ciudad de México, en donde planeaban pedir documentos para poder transitar hasta la frontera con Estados Unidos.
Sin embargo, más tarde, el gobernador de ese estado, Miguel Ángel Yunes, dijo que ante los cortes de agua que se viven en la capital del país buscarían llevarlos a una ciudad grande del estado, una propuesta que rechazaron.
Por su parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (ombudsman) solicitó a las autoridades locales salvaguardar los derechos de los migrantes durante su paso por México.
Mientras tanto, la segunda caravana de migrantes, que ingresó a México el lunes, llegó este sábado a Pijijiapan desde Mapastepec, en el sureño estado de Chiapas.
Este grupo va acompañado del dirigente de la organización Pueblos sin Fronteras, Irineo Mújica, quien organizó a las familias para que abordaran con orden vehículos de transporte público, particulares y de carga.
Mújica, un activista mexicano, dijo que el éxodo migrante es un calvario aunque se manifestó contento “porque la población de México los ha acogido, les ha dado comida, los ha curado”.
Añadió que la primera y la segunda caravana se reunirán en Ciudad de México, aunque no hay un día previsto para el encuentro.
“La intención es alcanzar la otra caravana y llegar a la Ciudad de México, donde se buscará sacar un acuerdo que sea sensible y que sea para el bienestar de todos los inmigrantes“, dijo Mújica.
Por su parte, la tercera caravana, que cruzó el viernes el río Suchiate, que divide a México y Guatemala y que está integrada por unas 2.000 personas, permanece en la localidad de Metapa de Domínguez, ubicado sobre la carretera que lleva a Tapachula, en Chiapas.
La lluvia que cayó por la noche no les permitió avanzar porque sus pocas pertenencias se mojaron. La iglesia de la localidad les ofrece alimentos mientras secan sus pertenencias.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con movilizar hasta 15.000 efectivos a la frontera con México para impedir el paso de los migrantes.
Con información de AFP