La información fue dada por especialistas en el XX Congreso Internacional de Ginecología Infanto-Juvenil; El dato ya era conocido por las profesionales de la observación en sus consultorios
Las adolescentes argentinas no usan o desconocen los métodos anticonceptivos de larga duración (como el DIU o el implante subcutáneo), que son los más efectivos en la prevención de embarazos no intencionales, informaron ayer especialistas en el XX Congreso Internacional de Ginecología Infanto-Juvenil.
El dato, que era conocido por las profesionales a partir de la observación en sus consultorios, fue confirmado en una reciente encuesta realizada por MSD y Medimix Internacional a mujeres entre 18 y 21 años de Argentina, Brasil, Chile y México sobre “Hábitos Sexuales y Uso de Anticonceptivos”, presentada ayer en el Congreso.
“El 36 por ciento de las encuestadas argentinas dijo no conocer el implante subdérmico, mientras que el 62 por ciento de ellas dijo conocerlo pero no usarlo”, detalló Marisa Labovsky, presidenta de la SAGIJ (Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil), organizadora del Congreso junto a FUSA y la Asociación Médica Argentina de Anticoncepción (AMAdA).
Y continuó: “Más allá del preservativo que debe utilizarse siempre para evitar enfermedades de transmisión sexual, los anticonceptivos reversibles de larga duración, o LARCS (por su sigla en inglés) son considerados la herramienta de primera elección para la prevención del embarazo no intencional porque su eficacia no depende de la usuaria”. La encuesta también arrojó que más de la mitad de las participantes de Argentina (57%) informaron que iniciaron sus relaciones sexuales entre los 15 y los 17 años; éste fue el porcentaje más alto en relación a las participantes de los otros países que intervinieron en la muestra.
Otro dato dato sobre el que las especialistas hicieron foco fue que a la hora de responder con quiénes habían hablado sobre su salud sexual y reproductiva, el 40% de las jóvenes argentinas dijo haberlo hecho con sus madres entre los 9 y los 15 años, sólo el 13% reconoció haber consultado con un médico, mientras que un 16% expresó haber conversado con amigos cercanos.