Increíble votación con un resultado parejísimo. Los que militaban por el Sí a la reforma sostenían que los animales sufrían al realizarse la amputación y los que abogaban por el No afirmaban que los ganaderos iban a perder mucha plata.
Cuando un país parece tener todos los problemas resueltos, puede ocuparse de temas secundarios, impensados de tratar en otras regiones del planeta, donde tienen cuestiones mucho más importantes sin dilucidar. En Suiza, sus habitantes participaron ayer de una sorprendente votación, a través de la que debían elegir si se tenía que proteger a las vacas y a las cabras para que no les cortaran los cuernos o si todo continúa como en la actualidad.
Los impulsores del plebiscito nacional, que defendían el Sí a la reforma, afirmaban que la amputación les produce dolor a los animales y que aquellos que conservan sus cuernos son más sanos y felices, a la vez que defendían el hecho de que los animales debían mantenerse como son por naturaleza. “Es acerca de respetar la dignidad del animal que nos alimenta”, expresó el ganadero Armin Capaul.
En la vereda opuesta, estaban los que aseguraban que si la iniciativa prosperaba, los ganaderos iban a perder mucho dinero, ya que tendrían que ampliar los establos para que los animales no se lastimen entre sí con sus cuernos. En ese sentido, Gilbert Christen, que cría a unas 50 cabezas de ganado lechero y para carne, calificó a la iniciativa como “asnal”.
También los poderes Ejecutivo y Legislativo se opusieron a la iniciativa por cuestiones económicas, ya que aseguraron que deberían invertirse entre 10 y 30 millones de francos suizos, lo que equivale a una cantidad similar de dólares. Finalmente, la votación realizada este domingo terminó con 54 por ciento de los votos a favor del No, por lo que a las vacas les van a seguir cortando los cuernos.