La joven de 15 años llegó a comunicarse con su familia en plena negociación para ser liberada. Creen que conocía a los captores.
Los captores de Xiomara Naomi Méndez Morales, la adolescente de 15 años secuestrada el martes en Flores y encontrada muerta al día siguiente, tardaron 20 minutos en comunicarse con la madre de la víctima vía WhatsApp. Los delincuentes le dijeron que la tenían cautiva y que querían un rescate para liberarla sana y salva.
“Patri, tengo a tu hija Naomi”, fue lo que le dijo el secuestrador a Jéssica Patricia Morales Pérez, la madre de la víctima, en la primera de tres breves llamadas de la aplicación de mensajería que la mujer recibió desde el celular de su hija.
Una fuente policial con acceso a la denuncia de la mujer contó que en la segunda comunicación, el delincuente le dijo a la madre:“Llamame rápido, urgente” y en la tercera, tuvo un breve contacto con su hija.
Según las fuentes, en esa tercera llamada de WhatsApp, Patricia escuchó a un hombre que decía “decile dónde estás” y logró distinguir el llanto de su hija y luego su voz que le llegó a decir: “No me hicieron nada”.
Esas tres llamadas fueron realizadas a las 17.50, es decir unos 20 minutos después de que Naomi saliera de la Escuela Técnica 18 y se subiera al auto de sus captores. La tía de la víctima, Katherine, contó esta mañana a la prensa, que uno de los delincuentes es un remisero conocido de la familia.
La madre detalló en la denuncia que hizo en la comisaría vecinal 9C que recibió una nueva llamada desde el celular de su hija en la que uno de los secuestradores le dijo que si no entregaba “30 000 pesos y drogas”no la volverían a ver más.
Este miércoles por la mañana, Naomi fue encontrada después de que su captor chocara el auto en el que escapaba de la policía. Ya estaba muerta.
“Estaba atada, amordazada y con un trapo cubriéndole la cabeza”, detalló Lucas, el joven remisero, sobre la escena de la que fue testigo. Así la bajaron los efectivos de la parte trasera del vehículo, en el que la llevaban tapada con una frazada. Las pericias revelaron que la víctima tenía además un cinturón alrededor del cuello y sobre la boca le habían puesto cinta de embalar.