En la carrera por pensar soluciones destinadas a la movilidad urbana, el fabricante danés de bicicletas Biomega, se propuso hacer un auto pequeño, versátil, fácil de manejar y por sobre todas las cosas sustentable.
El resultado se llama SIN. Su nombre proviene de Singapur, ciudad que aseguran sirvió de inspiración. Está fabricado en fibra de carbono y aluminio con el objetivo de reducir su peso al máximo, y así aumentar la eficiencia energética.
Una de sus particularidades es que las baterías tienen una sección extraíble e intercambiable. Así, se puede parar en una estación de carga, retirarla y colocar otra igual completamente cargada para seguir viaje sin perder tiempo. Aseguran una autonomía de 160 kilómetros.
Además de su llamativo formato rectangular, será totalmente configurable según las necesidades. Aunque todavía se trata de un prototipo, la versión de calle podrá tener puertas cerradas o corredizas, según gusto del cliente.
La fecha para la producción en serie Biomega asegura que será entre 2021 y 2023, siempre pensando en el mercado europeo. De allí su aire futurista, que con ligeros cambios se mantendría en la versión final.
Por su parte, su diseño minimalista fue proyectado para priorizar ante todo el espacio y la funcionalidad puertas adentro, donde las personas podrán viajar con total comodidad y conectividad asegurada.
Tiene cuatro motores eléctricos, uno en cada rueda, que en total rinden 82 caballos de fuerza. Una cifra modesta pero suficiente para circular en ámbitos urbanos. En su agilidad es clave su reducido peso de apenas 950 kilos.
Las prestaciones que declara el fabricante son las siguientes: una aceleración de 0 a 100 km/h en 13 segundos y una velocidad máxima de 130 km/h. El precio, adelantaron, podría rondar el equivalente a 20 000 dólares.