Los consejos de los expertos para modificar la dieta sin perjudicar la integridad del organismo.
El veganismo es una dieta alimentaria en la que la persona no consume ningún producto de origen animal ni sus derivados.
Es decir, que la ingesta se basa en todo aquellos que proviene del mundo vegetal. Este estilo de alimentación ha suscitado debates y discrepancias dentro de la comunidad médica en la que los profesionales se dividen entre quienes la elogian o desaconsejan, de acuerdo a sus conocimientos, preferencias y opiniones.
La Asociación Americana de Nutrición y Dieta emitió en un informe 2009 en el que indicó que tanto la dieta vegetariana como la vegana eran saludables para todas las edades, incluyendo niños, siempre y cuando estuvieran “adecuadamente planificadas” para evitar las carencias de hierro, calcio, zinc, y vitaminas D y B12. Existen personas que desde antes de nacer ya llevan por decisión parental una dieta vegetariana o vegana.
No obstante, también puede ocurrir que una vez de adultos uno decida adherir a este estilo de dieta. Eso fue el caso de Georgina Brown. “Yo era vegetariana y luego entendí que al consumir lácteos y derivados seguía siendo parte de la explotación y sufrimiento de otros seres. Me sentí hasta hipócrita haciendo las cosas a medias.
Entonces es que quise dejar de ser parte de eso, y entiendo que el cambió empieza desde uno mismo. No me costó mucho la verdad y me siento mucho mejor”, cuenta a PERFIL. En la actualidad, el veganismo cobra fuerza dentro de la sociedad.
En el caso de querer cambiar la aliemntación es necesario tener en cuenta que la transición no puede hacerse de forma radical, sino por etapas.
“La transición de una dieta omnívora a una dieta vegana tiene que ser paulatina, es decir, uno no puede dejar los alimentos de un día para el otro.
Primero lo que se aconseja es suprimir la carne roja, el pollo, el pescado y mantenerse con lácteos y huevos. Pasado un mes, si el paciente está sin ninguna sintomatología y se sintió bien, se descartan los lácteos y por último el huevo”, explica a PERFIL Teresa Cóccaro, jefa del servicio de nutrición y alimentación del Instituto de Neurociencia Buenos Aires (INEBA).
Los lácteos se reemplazan por alimentos aptos para veganos. En el caso de la leche existen multiplicidad de opciones, como de soja, avena o almendra. La guía del nutricionista es fundamental para el proceso y el mismo debe ser especialista en dietas veganas. Por otro lado, la experta advierte: “Es muy importante que un vegano no solo tenga una alimentación completamente guiada por un profesional sino que además esté suplementado con vitamina B12 que con ello es como si comiese carne.
Esta vitamina la aporta solamente la carne roja, por eso es importante que si va a ser una dieta vegana estricta, donde no hay leche, huevo, yogurt ni queso, se concurra al médico clínico y se lo recete”. La dieta de un vegano está constituida por: Frutas. Verduras. Legumbres. Cereales. Semillas . Derivados de proteína vegetal. Los veganos consumen alimentos de origen vegetal. Claves para cambiar tu alimentación de omnívora a vegana:
Dejar los alimentos de forma paulatina: primero carnes rojas, pollo y pescado. Luego lácteos y finalmente huevos. Diagramar una dieta con un nutricionista especializado en veganismo y hacer con el profesional un seguimiento.
Añadir un suplemento de vitamina B12. ¿Cuál es la diferencia entre vegetariano y vegano? El vegetariano consume verduras, frutas, cereales legumbres y semillas pero también accede al consumo de lácteos, queso y huevo.
Por eso también se los denomina como ovolactovegetarianos. El vegano, en cambio, no incluye ningún aliento de origen animal. En algunos casos esta decisión no se limita al ámbito de la alimentación. sino también se rechaza usar productos fabricados con elementos de animales, tales como lana. (Fuente www.perfil.com).