Apenas se sabe que el heptacampeón de Fórmula 1 está en su mansión. En noviembre un diario inglés dijo que ya no permanece postrado.
Cinco años pasaron desde aquel 29 de diciembre de 2013 en el que Michael Schumacher sufrió un grave accidente mientras esquiaba en los Alpes franceses. Un lustro de silencio en el que poco -casi nada- se supo sobre el estado de salud del heptacampeón de Fórmula 1. Sólo conjeturas a partir de declaraciones de personas que pudieron visitarlo o de información “filtrada” desde su entorno que no hacen más que alimentar el misterio.
Un par de días antes de la víspera del Año Nuevo de 2013, el ex piloto alemán sufrió un trauma cerebral grave tras golpearse la cabeza mientras descendía a gran velocidad por una pista de la estación invernal de Méribel. Su estado era “extremadamente grave”, según dijeron las autoridades de la clínica en la fue operado de urgencia y en la que permaneció en estado de coma durante cinco meses.
Desde un primer momento su familia se llamó a silencio y se ocupó de que no se divulgara información alguna que no fuera aprobada previamente por su esposa Corinna y su manager Sabine Kehm.
El hermetismo estuvo cerca de romperse en junio de 2014 cuando se denunció el robo de los registros médico de Schumacher. Poco después un hombre -trabajador de una empresa de transportes aéreos medicalizados- fue detenido acusado de ofrecer la información a algunos medios por 50 mil euros. Pero antes de comparecer ante la Justicia, a principios de agosto, el sospechoso fue encontrado ahorcado en su celda.
El 16 de junio de ese mismo año la familia de Schumacher informó que el ex piloto había salido del coma y que seguiría siendo atendido en una clínica de Lausana, lugar en el que permaneció hasta que el 9 de septiembre se lo trasladó a su mansión de Gland. Ese fue el último comunicado oficial sobre su salud.
En 2016, tras visitarlo, el arzobispo Georg Gänswein, confidente del papa emérito Benedicto XVI, comentó: “Su cara es la típica cara de Michael Schumacher; sólo se ha vuelto un poco más rellena. Siente que a su alrededor hay gente que lo ama”.
A mediados de noviembre el diario inglés Daily Mail aseguró que ya no permanecía postrado permanentemente en la cama ni requería respiración asistida, lo que no fue desmentido por la familia como había ocurrido en otras ocasiones.
Hoy, en el quinto aniversario del accidente, las especulaciones sobre su salud abundan, pero la verdad sigue siendo un enigma.