Muchos piensan que las mascotas son un problema cuando en la casa hay una mujer embarazada; sin embargo, los especialistas explican que se deben tener cuidados, especialmente relacionados con la higiene. Sobre todo en el caso de las madres primerizas, lo importante es poder consultar con el ginecologo de confianza para determinar los pasos a seguir. Lo que no es recomendable es aislarse por completo del mundo.
El momento del embarazo es uno de los más hermosos que las familias transitan en conjunto durante la vida. Como parte integrante del hogar, las mascotas no son ajenas a ello y acompañan todo el proceso de gestación de manera cariñosa y brindando amor por doquier. El veterinario Jorge Altamirano, experto y especialista en cuidados animales, comenta cuáles son los consejos que se deben tener durante el embarazo y busca romper con mitos creados alrededor de los animales: “Muchos piensan que las mascotas afectan a las mujeres embarazadas y eso no es real. Se deben tener cuidados pero no se produce nada grave”.
Siempre lo primero que debe hacerse es consultar a un especialista: “Sobre todo para aquellas madres primerizas, lo más importante es poder consultar con el ginecólogo de confianza para determinar los pasos a seguir. Lo que no es recomendable es el aislarse por completo del mundo incluyendo las mascotas ya que con algunos cuidados básicos no deberían tenerse ningún tipo de inconveniente”.
Según el experto, no necesariamente hay riesgo de infecciones: “Es muy común creer que la toxoplasmosis puede afectar al feto pero la realidad es que el contacto no implica que sea un riesgo para el embarazo. Adicionalmente, para disminuir la posibilidad de infectarse de cualquier afección que esté dando vueltas, lo mejor es poder mantener la limpieza del hogar al extremo con el objetivo de mantener alejada cualquier bacteria”.
Según Altamirano, las mascotas no deben apartarse pero sí deben evitarse lugares específicos: “Los animales suelen buscar el calor del vientre porque encuentran allí un lugar de comodidad total. Sin embargo, no es recomendable que la mascota duerma o salte sobre esa zona durante todo el embarazo. Principalmente, los cuidados deben aumentar cuando la panza empieza a crecer y a sobresalir porque es en esos momentos cuando los cachorros más van a buscar detenerse allí”.
Las vacunas y el control son fundamentales: “Durante todo el tiempo de gestación y en los primeros meses de vida del bebé es fundamental poder asegurarse que la mascota tenga todas las vacunas al día. Lo mejor es ir a consultar al veterinario para chequear si hay alguna que esté faltando o se deba reforzar alguna dosis para no afectar a la madre”.
Los cuidados deben ser considerados en base al tipo de mascota con la que se cuenta en casa: “Los perros no suelen tener mayores riesgos de contraer alguna enfermedad o afectar el normal desenvolvimiento del proceso. Lo único que se suele pedir es mantenerlos aseados, limpiarles el pelaje asiduamente y mantener las heces alejadas de la madre. En relación a los felinos, lo más recomendable es evitar el contacto con el pelaje del animal. Por eso, debe cepillarse varias veces a la semana para eliminar el pelo sobrante y cualquier bacteria que pueda estar rondando en el lomo del animal. Al igual que sucede con los caninos, la mujer embarazada debe mantenerse lo más alejada posible de los excrementos animales para no generarse dolores de cabeza con su salud”.
Finalmente, la relación y la educación es parte clave del proceso: “Tener un vínculo estrecho con el animal y ayudarle mediante la enseñanza a determinar cuáles son los límites del espacio en el hogar, hará que sea todo mucho más fácil en el embarazo y en los primeros meses de vida del bebé. Es importante que una vez que crezca la criatura, el animal ya tenga internalizado el hecho de no poder subirse a la cama o cuna y evitar que tenga mucho contacto con los mismos espacios que comparte con el niño”.
