Pertenece a una clase de neuronas conocidas como inhibidoras, que frenan la actividad de otras células nerviosas
Los científicos las han bautizado como escaramujos (en inglés rosehip) por su similitud con el fruto del rosal. Es un nuevo tipo de célula cerebral exclusivamente humana; no se ha observado ni en ratones ni en ningún otro animal cuyo cerebro haya sido estudiado en un laboratorio.
Este nuevo tipo pertenece a una clase de neuronas conocidas como inhibidoras, que frenan la actividad de otras células nerviosas y que juegan un papel fundamental en el equilibrio de este órgano.
De acuerdo con sus descubridores, sus delgadas prolongaciones (o axones) forman alrededor de su centro densos haces que, vistos al microscopio, se asemejan a los de una rosa después de que se hayan desprendido sus pétalos.
“Todavía no entendemos qué es lo que hace que el cerebro humano sea tan diferente”, señala Ed Lein, investigador del Instituto Allen de Neurociencia en Seattle y responsable de la investigación, “pero estudiar las diferencias celulares es un buen punto de partida y ahora tenemos nuevas herramientas para hacerlo”, añade.
Lein y sus colegas publican su hallazgo en un artículo de la revista Nature Neuroscience en el que desvelan los detalles de esta nueva pieza que debe ayudarnos a comprender mejor el funcionamiento de la mente.