En los primeros cuatro meses del año hubo 6.514 casos registrados por la provincia. Entre septiembre y diciembre de 2017 fueron 4.585. El 99 por ciento de los agresores eran miembros de la familia y los hechos ocurrieron dentro y fuera de los hogares.
Esta semana el gobierno provincial dio a conocer los últimos resultados del Registro Único de Situaciones de Violencias hacia las Mujeres (Ruvim), que desde 2017 unifica y clasifica todos los casos que llegan a distintos organismos públicos de Santa Fe. Recuperaron los primeros cuatro meses de 2018, donde registraron 6.514 situaciones de violencia de género que involucraron a 4.486 mujeres. El comienzo del año marcó un crecimiento del 42 por ciento en la cantidad de situaciones en relación a los últimos cuatro meses de 2017 cuando se registraron 4.585 casos. El 99 por ciento de las agresiones involucraron a algún familiar, tanto dentro como fuera de la casa. Al igual que las estadísticas nacionales el 60 por ciento de los agresores fueron las parejas y las ex parejas. Más de la mitad de las situaciones llegaron después de una denuncia en comisarías. Otro tercio fueron detectadas en centros de salud cuando las víctimas se atendieron por lesiones. Desde la publicación del primer informe la provincia relevó dos cuatrimestres en 2017 y uno en 2018. En los doce meses registrados suman 16.041 situaciones.
En ascenso
Entre enero y abril la provincia registró 6.514 situaciones, un 42 por ciento más que a fines del año pasado. Las víctimas fueron 4.486 mujeres, muchas de las cuales fueron agredidas más de una vez. El 52 por ciento de las situaciones llegaron por denuncias en las comisarías. El número bajó en relación al último cuatrimestre de 2017, cuando dos de cada tres llegó a través de una sede policial. En contraposición hubo un aumento de casos que llegaron a través de hospitales: fueron el 35 por ciento del total cuando entre septiembre y diciembre de 2017 fue de apenas el 16 por ciento.
Perfil
El 54 por ciento de las víctimas de violencia de género fueron mujeres de entre 20 y 39 años. El 16 por ciento tenía entre 40 y 49. El 24 por ciento fueron niñas y adolescentes menores de 19 años. El 5 por ciento tenían menos de 10 años.
El 41 por ciento de los agresores fueron las parejas de las denunciantes. El 19 por ciento correspondía a sus ex parejas. Otros familiares fueron los responsables del 31 por ciento de las situaciones de violencia. Dos de cada tres agresores tenía entre 20 y 39 años. Un 34 por ciento tenían entre 20 y 29 años, y un 30 por ciento entre 30 y 39. El 18 por ciento tenían entre 40 y 49 años.
Según el Ruvim, el 99 por ciento de los casos fueron de violencia doméstica. El 1 por ciento de los casos fueron registrados en el ámbito del trabajo.
Los tipos de violencia están clasificados en psicológica, física, sexual, económica/ patrimonial y simbólica. El registro provincial arrojó que casi el 80 por ciento de las mujeres sufrió un solo tipo, mientras que el 17 por ciento fue víctima de más de una forma de violencia. El 61 por ciento de los casos fue por violencia psicológica. Le siguió la agresión física con el 37 por ciento y la sexual con el 13. Las violencias económicas y simbólicas sumaron el 6 por ciento.
El registro del Ruvim detectó que el 65 por ciento de las agresiones ocurrieron durante la noche. Un 14 por ciento fueron a la tarde y el resto de madrugada.
Unificado
El Ruvim centraliza información de todos los casos de violencia de género detectados en Santa Fe. Desde 2016 reciben y analizan las situaciones que llegan a la Justicia, las escuelas, hospitales, comisarías, los Centros de Convivencia Barrial, las áreas de mujer o al Teléfono Verde de la Municipalidad de Rosario (0-800-444-0420). En su lanzamiento la novedad fue que, además de los datos provenientes de los Ministerios de Salud, Seguridad y Educación, la provincia sumó los registros realizados por la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, el Ministerio de Justicia y los equipos socioeducativos del Ministerio de Educación. También incorporaron nuevas preguntas al cuestionario previsto por el Indec para generar una base de datos propia de Santa Fe y poder traducirlos en políticas públicas.
