Un hombre de Pensilvania fue declarado culpable el fin de semana de 30 cargos criminales por agredir, estrangular, violar, esclavizar y convertir en víctimas de contrabando humano a mujeres a las cuales seducía en las redes sociales.
Seth Mull, de 31 años, tenía fijada una fianza de un millón de dólares, pero ahora no puede salir de la cárcel por orden del juez Stephen Baratta, que podría condenarlo a prisión de por vida.
De acuerdo con la policía, Mull consideraba que las mujeres eran de su propiedad, las agredía, las obligaba a consumir drogas y, en algunos casos, las vendía a otros hombres.
Lo arrestaron el 28 de octubre de 2017, cuando la policía de Bethlehem respondió una llamada de emergencia desde un hotel Holiday Inn Express. Entonces, una mujer de 25 años reportó que Mull la había violado y estrangulado, que la quemó con un soplete y amenazó con matarla.
Los relatos de las víctimas son muy sensibles, dijo la Fiscal de Distrito Laura Majewski. Tanto, que pidió en una audiencia en octubre en el condado de Northampton hacerlos a puertas cerradas, según el diario The Morning Call.
Le fue concedido, a pesar de que en Pensilvania es muy difícil prohibir el acceso de la ciudadanía y la prensa a una corte, porque la Constitución estatal asegura que todo lo que ocurra en tribunales sea transparente para no socavar la confianza pública en los procesos judiciales.
La fiscal Majewski dijo que entonces algunas de las víctimas eran menores de edad. Los hechos ocurrieron en hoteles y apartamentos de Pittsburgh, Bethlehem y Hanover.
Formaron parte del caso los testimonios de cuatro mujeres, pero, también en un giro poco común de este tipo de procesos, el juez Baratta permitió que hablaran en corte otras seis, con acusaciones que se remontan a 2001, cuando el violador y contrabandista humano convicto tenía 13 años.
Los testimonios adicionales servían para mostrar un patrón de conducta y los antecedentes del entonces acusado, todo lo cual era necesario para ilustrar al jurado, declaró la fiscal Majewski, y el juez estuvo de acuerdo.
“El lleva 17 años generando víctimas” de su comportamiento, dijo Majewski.
El caso de Pittsburgh fue en 2014, según el testimonio que reporta The Morning Call. Mull contactó a la mujer por redes sociales y la invitó a visitar un apartamento, donde él y otro hombre que ella no conocía la violaron. El ahora violador convicto le dijo que si le contaba a alguien lo que había pasado allí, o si se negaba a continuar haciéndolo y los denunciaba, iba a matarla.
El abogado de Mull, Matthew Potts, admitió que su cliente había tenido relaciones sexuales con las cuatro mujeres, pero aseguró que fue por consentimiento mutuo.
No se anunció una fecha exacta para que el juez Baratta dicte sentencia.
“El temor de encontrárselo alguna vez en la calle y saber que a partir de ahora no van a verlo más les da una sensación de paz“, dijo Majewski. “Creo que esta noche, por primera vez, van a dormir tranquilas”.