redes sociales Son lo más efectivo para atentar contra las democracias u otros objetivos
Las redes sociales son cada vez más una poderosa arma de terroristas y extremistas surgidos en cualquier zona del planeta para desestabilizar democracias aprovechando el descontento social en beneficio propio con seductores mensajes con los que canalizan la ira de la gente.
Así lo ha manifestado hoy el consultor e investigador visitante de la Universidad de Columbia, Javier Lesaca, uno de los grandes expertos en análisis de estrategias de comunicación de grupos extremistas, durante su conferencia sobre “los hackers” o ciberpiratas de las democracias en la inauguración de las duodécimas jornadas de seguridad de las tecnologías de la información organizadas por el Centro Criptológico Nacional (CCN).
Este experto, autor del libro “Armas de seducción masiva”, ha advertido de la escalada que está experimentando el llamado cibermarketing aplicado al terrorismo, dados sus impactantes efectos sin enormes infraestructuras ni recursos. Este tipo de estrategias requiere prácticamente solo de dispositivos móviles e internet para la difusión de vídeos que se viralizan rápido, y sus protagonistas son activistas incluso occidentales que pasan a luchar en nombre del Estado Islámico o junto a cualquier otro grupo extremista originado en cualquier lugar del planeta
Los terroristas se aprovechan de las “vulnerabilidades” de los sistemas democráticos para hacer polemizar a sus ciudadanos en momentos de desequilibrios económicos, políticos o sociales mediante un bombardeo de mensajes automatizados con “ejércitos” de robots que hacen “resonar” sus contenidos como los antiguos tambores animaban a la guerra.
Analítica inteligente de datos
Diversos estudios realizados con tecnología de “inteligencia” analítica y millones de datos confirman esta tendencia en redes sociales por la que en momentos críticos para una democracia, por ejemplo, en período electoral aparecen agentes procedentes muchas veces de otros países y a veces totalmente desconocidos que movilizan ideologías con el bombardeo de millones de mensajes con un posicionamiento deliberado.
El caso de unas recientes elecciones en las que dos meses antes del proceso entró en escena en las redes sociales un agente propagandístico totalmente nuevo con una infraestructura tecnológica ligeramente inferior en recursos a la del predominante hasta entonces en ese país, pero acabó duplicando el número de mensajes respecto al establecido y le ganó de hecho en los comicios.
Estos grupos que irrumpen en las sociedades y conectan con sus estructuras de marketing comunicativo directamente con la gente detectan las vulnerabilidades de las sociedades para enfrentar opiniones e instigar a “la polarización” de ideologías o posicionamientos, lo que finalmente “acaba provocando la desestabilización e inseguridad al enfrentar a la propia nación y a los cimientos mismos del Estado”, concluye el experto.