El Fiscal General de Mar del Plata, Fabián Fernández Garello, quiere que el Tribunal de Casación dicte una nueva sentencia tras conocerse la absolución de los tres imputados.
Fabian Fernández Garello, Fiscal General de Mar del Plata, busca que el Tribunal de Casación dicte una nueva sentencia en el juicio por Lucía Pérez, con la intención de dar marcha atrás la absolución a Matías Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel que se resolvió el 26 de noviembre pasado.
Sin embargo, en el escrito presentado el viernes pasado, quieren que esto se de sin la necesidad de tener que llamar a un nuevo juicio para reanalizar la prueba presentada.
Garello explicó que se busca que el tribunal superior asuma una “competencia positiva” en el caso para evitar una “revictimización” de la familia de la adolescente muerta por sobredosis.
“Lo que nosotros buscamos es que Casación mande a dictar una nueva sentencia sobre la base de la lectura que estamos haciendo de las pruebas presentadas y evitar que haya que hacer un nuevo juicio”, indicó el máximo responsable de la Fiscalía General local al diario El Marplatense.
Al profundizar sobre los argumentos que se esgrimieron en el recurso, el Fiscal General insistió en que el principal cuestionamiento gira en torno a la “interpretación” que hicieron los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas de las pruebas presentadas durante el debate oral.
“Se le creyó demasiado a los imputados. Con todo el derecho que tienen de declara, son los tribunales los que tienen que sopesar para ver hasta dónde hay que creerles”, consideró, y remarcó: “Acá la droga actuó como un detonante del fallecimiento de Lucía porque ella muere por una sobredosis suministrada por personas de más edad que ella. En algún chat previo, incluso, hasta Farías le advirtió a ella de la capacidad tóxica de la droga”.
La sentencia
Tal como puede leerse en el fallo, para los jueces no exisiteron “elementos probatorios que permitan señalar que Lucía se encontraba en una situación de subordinación o vulnerabilidad que le imposibilitaran consentir libre y voluntariamente una relación sexual, no habiéndose visto forzada ni física, ni moralmente a concurrir a la vivienda a Farías el día en que ocurrió su deceso”.
“Todo fue en un marco de normalidad y naturalidad, todo fue perfectamente querido y consentido por Lucía Pérez”, coincidieron los magistrados, dejando de lado el hecho de que los acusados, varones adultos, se vincularon con una joven de 16 años a través de la venta de drogas (que según el peritaje causaron su muerte) propiciando un contexto de vulnerabilidad que fue completamente desestimado.