Volcaron con el auto y poco después de Navidad viajaron con las fotos de Kika, una mestiza de 10 meses. También piden ayuda en las redes.
Volaron en avión entre Buenos Aires y Neuquén. Y ya llevan recorridos cientos de kilómetros en las rutas de La Pampa. También llegaron a los ‘puestos’, por caminos de tierra, hasta las tranqueras. Todo, detrás de la ilusión de encontrar a Kika, una perra mestiza de 10 meses que la familia de Daniela Gutiérrez perdió el 21 de diciembre en un accidente en la ruta 20.
Ese día, Dani Gutiérrez y Pablo Damico viajaban desde Bariloche (donde viven), rumbo a Buenos Aires. Volcaron en el kilómetro 298 de la ruta provincial 20, la llamada “Conquista del Desierto”. Fue a las 11.30 de ese viernes. “Cuando tuvimos el accidente paró un montón de gente a auxiliarnos. No podíamos salir del auto y la vimos correr por la ruta. Salió para el lado de 25 de Mayo”, cuenta Daniela.
Una vez que fueron rescatados, los trasladaron al Hospital de Acha. Tuvieron que ir hacia Buenos Aires (allí tiene al resto de su familia) en un micro, con los golpes del accidente y el dolor de haber perdido a Kika.
El día de Navidad consiguieron un vuelo de Buenos Aires a Neuquén. Salieron a las 5 de la mañana, unas horas después de la Nochebuena. “Cuando pudimos volver a buscarla, viajamos. Y más tarde nos alquilamos un auto”, explica.
“La adoramos. Es una perra mestiza, no es de raza. Si alguien la quiere para reproducir no sirve, porque está castrada. Es grandota. Tiene un collar verde con un número de teléfono. El que la haya agarrado puede llamar”, suplica sin parar la dueña de Kika, que continúa tras los pasos de su adorada mascota.
Buscaron a Kika en 25 de Mayo, La Reforma y Chacharramendi. Son pueblos ubicados sobre la ruta 20, a lo largo de 205 kilómetros. Es una zona desértica: las temperaturas pueden llegar a los 45 grados en el verano.
“Volvimos al lugar del accidente. Dejamos una manta azul, que era de la perra. También en otro cartel pusimos una campera”, enumera Daniela sin poder frenar su llanto.
Además de la búsqueda por las redes sociales (Instagram, Facebook y Twitter), Daniela y Pablo se dieron cuenta que en la zona de Chacharramendi y La Reforma era necesario dejar la foto. También recorrieron las radios locales.
“Llegamos a los puesteros, hasta la tranquera. Pegamos la foto en cada tranquera que cruzamos. Entramos ocho kilómetros, en camino de arena, en algunos lugares. No sabíamos dónde andábamos”, relató Daniela. La buscaron un día y medio.
El jueves 27 llegaron a Buenos Aires al mediodía. Daniela confiesa que volvió destrozada por la frustrada búsqueda de Kika. “Estamos devastados. Ahora comparto las publicaciones en la zona de Plottier, en Neuquén”, asegura. Esa ciudad está a unos 200 kilómetros del lugar del accidente.
Daniela y su familia tienen tienen a la perra desde muy chiquita. “La fuimos a levantar a una casa, donde la madre buscaba comida y amamantaba a sus crías. Y la tenemos desde entonces”, recuerda la joven. Y comparte las fotos que tiene: a la orilla de un lago del sur, en una playita en un río de la Patagonia. “Viajábamos a todos lados con ella, vivíamos paseando”, cuenta. Y suelta una frase que deja claro que, pese al cansancio, no detendrá su búsqueda: “Alguien la tiene que tener”.
