Una cámara secreta, descubierta recientemente en Giza, con extrañas escrituras, vuelve a poner en tela de juicio quiénes crearon esos mudos monumentos de la antigüedad.
Por Jorge Fernández Gentile
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Es incontable la bibliografía, los artículos y diferentes textos, libros, estudios e investigaciones, videos, filmes y todo lo que se pueda llegar a relacionar sobre los enormes interrogantes que producen la eterna cuestión de llegar a desentrañar cómo fueron construidas las pirámides de la antigüedad. Porque las edades de las encontradas en Egipto pueden diferir de las de México o Guatemala, o en muchos otros sitios donde esas construcciones monumentales aparecían como supuestos santuarios para venerar a los muertos.
Muchos han encontrado la forma racional de explicar cómo una sociedad carente de demasiadas herramientas y sin la tecnología actual, mucho menor en cantidad que la actual población mundial, pudo lograr mover semejante cantidad de piedra de canteras alejadas, trabajarla, armarla y hacer la terminación. Pero aún así, las discusiones sobre la probabilidad de que miles de hombres se movilizaran bajo estrictas órdenes de sabios de aquellos tiempos, los arquitectos e ingenieros actuales, muchas veces, encuentran reparos para llegar a conclusiones terminantes.
Es que, en la lógica de que siglos atrás la población era inmensamente menor, aunque muchos eran esclavizadlos, la tarea de esos hombres debía ser titánica. Por eso mismo, más de una vez, y muchos de quienes han investigado este tema, han evaluado como muy probable la teoría de que una inteligencia superior a la humana, con tecnología inexistente para aquellos tiempos, debieron haber ayudado e incluso dirigir esas increíbles obras arquitectónicas, y que aquellos humanos que en varias religiones declamaban haber recibido la ayuda de los “dioses” que venían del cielo, y que solamente habrían sido en parte, ejecutores de tan monumental obra. Una teoría que se acaba de reavivar tras el descubrimiento de una cámara en la Gran Pirámide de Giza. Y que otra vez generará todo tipo de polémica.
¿Giza tiene la clave?
Esta teoría de que seres extraterrestres habrían tenido mucho que ver resurgió luego que días atrás una cámara enorme encontrada en la Gran Pirámide de Giza, explicaría que seres de otros mundos y con tecnologías más avanzadas que las existentes siglos atrás habrían ayudado a construir el monumento. En ese contexto, varios investigadores y científicos piensan que en esas entrañas ubicaron escrituras que podrían contar secretos de más de 4.500 años y que narrarían cómo fue construida la obra., ya que constituye la primera estructura interna importante encontrada en la Gran Pirámide desde el siglo XIX.
El sorprendente hallazgo ha excitado a los muchos convencidos de que las estructuras fueron construidas con la ayuda de visitantes de una raza antigua pero avanzada de seres de otros planetas. Hasta el momento el equipo está con la nueva sala o si contiene tesoros o artefactos egipcios, mientras continúa el misterio de la forma en que se construyó la llamada Gran Pirámide, de 146 metros de altura. El descubrimiento fue hecho por quienes conforman el proyecto “ScanPyramids”, que utiliza imágenes de rayos cósmicos para cartografiar el interior de las grandes pirámides egipcias. Además agregaron que desconocían el propósito, el contenido o las dimensiones precisas de lo que llaman un “vacío” o “cavidad” dentro de la pirámide, construida como una tumba monumental alrededor del año 2560 a.C.
Controversias
Es absolutamente posible que tantas afirmaciones podrían fluctuar o bien cambiar el sentido radicalmente, dado que para muchos estas pirámides fueron construidas varios siglos antes de lo que afirman los textos de historia, al ubicar la fecha potencial hace unos 12.500 años, cuando no existían civilizaciones de seres humanos capaces de construir pirámides en la Tierra. Los Annunaki, los llamados Gigantes, o los Astronautas Antiguos, todos esparcidos en diferentes escrituras, algunas sumerias, aparecen en varias teorías al referirse sobre la construcción de estos monumentos, o los de la Isla de Pascua, los de Stonehenge, en el Reino Unido, o las extrañas figuras de Nazca. En esos casos, muchos presuponen que debieron ser esos protagonistas quienes habrían sido los constructores, dado que, deducen, los seres humanos primitivos no tenían el desarrollo, la tecnología ni el grado de producción o la cantidad de gente necesaria para semejante emprendimiento. La teoría de que ancestros venidos del espacio, antecesores a la raza humana tal como se la conoce hoy, toma fuerza entonces, no solo como antiguos habitantes, sino también como emprendedores.
Eso ratificaría que aquellos visitantes de otros mundos, además de visitar la Tierra con fines desconocidos, explotaban al planeta y además eran venerados como dioses por aquellos primeros seres humanos, quienes los adoraban desde estos antiguos monumentos. Para el descubrimiento del nuevo vacío, los científicos utilizaron una técnica de imagenología llamada tomografía de muones que rastrea las partículas que bombardean la Tierra a una velocidad cercana a la de la luz y penetran profundamente en los objetos sólidos.
Mehdi Tayoubi, cofundador del proyecto ScanPyramids y presidente del Heritage Innovation Preservation Institute, dijo: “Esta estructura no es accesible, no vemos que la gente intentara, si se mira la Gran Galería, acceder al vacío que hay arriba. Así que este vacío estaba oculto, creo, desde la construcción de la Pirámide, no era accesible. Necesitábamos esta técnica, la técnica adecuada en el momento adecuado, para poder identificarla y descubrirla. De lo que estamos seguros es que este gran vacío está ahí, que es impresionante, que no era esperado por, hasta donde yo sé, ningún tipo de teoría”.
Tayoubi agregó: “Esto es un estreno. Podría estar compuesto de una o varias estructuras… tal vez podría ser otra Gran Galería. Podría ser una cámara, podría ser un montón de cosas. Estaba oculto, creo, desde la construcción de la pirámide”. Mientras tanto, Hany Helal de la Universidad de El Cairo, algo extrañado por el hallazgo, lacónicamente alcanzó a decir: “Abrimos la pregunta a los egiptólogos y arqueólogos: ¿qué podría ser esta cámara que se ha descubierto?”. Y la pregunta aún carece de respuestas.
De otros mundos
Todos estos argumentos, muy bien detallados en la página web www.outerworlds.com acompañan estas teorías. Y la nueva cámara encontrada, podría muy bien desentrañar este enigma. En esa página esa teoría sostiene entonces que debido a que dos líneas diagonales se extienden desde las pirámides a ambos lados del delta del río Nilo, entonces los primeros egipcios no podían haber sabido esto cuando las construyeron.
“Echemos un vistazo a algunas pruebas innegables”, sostiene el sitio, que posteriormente agrega: “Esto es lo que realmente debió haber sucedido: Integrantes de una civilización de extraterrestres, volando lo suficientemente alto sobre la Tierra para poder ver dónde está el origen del Delta del Nilo, pudieron observar sin inconvenientes qué orientación tendría que tener la pirámide para alcanzar sus diagonales en esas dos líneas”. Desde el punto de vista del análisis, probable, máxime cuando los integrantes del sitio analizan que Giza se alinea casi exactamente con el Polo Norte magnético.
“¿Cómo es posible que los egipcios de aquel entonces construyeran su pirámide mirando exactamente de cara al Polo Norte magnético, si no poseían por entonces una brújula o elemento parecido?”. Y remata ese análisis con más elucubraciones. “Esos alienígenas, de enormes conocimiento y con profusa tecnología, vinieron y usando sus herramientas, aterrizaron en la tierra y encontraron los polos norte y sur magnéticos reales. Luego construyeron las pirámides”.
¿Todas fueron realizadas con el mismo sentido?
Cuando se habla de pirámides, el tema refiere esos inmensos monumentos, mudos testigos del pasado, que se encuentran en Egipto (Giza y la Gran Esfinge), como las que se hallan en México (la de Cholula, en Puebla, las del Sol y la Luna, en Tehotihuacán y la de Kukulkán, en Chichén Itzá). Pero también las de Guatemala (La Danta y el Templo de la Serpiente Bicéfala), ya que son las más grandes y generan enormes dudas sobre quienes pudieron llegar a construir esas moles.
Aunque también existen muchos otros sitios del mundo en los que se pueden encontrar estas aparentes megaedificaciones, aunque de diferentes formas y tamaños. Basta con mencionar que Sudán es el país que tiene más cantidad, ya que se han encontrado unas 255 pirámides de distintos tamaños, erigidas entre los años 1070 y 350 a.C. y que se caracterizan por tener escalones muy empinados, construidas por los nubios durante el Reino de Kush a lo largo del río Nilo, miles de kilómetros de lo que fue el antiguo territorio egipcio. Todas, en definitiva, como mudos testigos de algo que, concretamente, no son solamente monumentos funerarios.
Pruebas sustentables, en contra de la historia
Ingresar al sitio outerworlds.com implica tratar de entender el tema de las pirámides desde otro punto de vista de lo que es la concepción de todo. Sus analistas tienen una mirada más amplia y relativizan el término dioses para reemplazarlos habitualmente por alienigenas o extraterrestres. Dese ese punto de vista, las demás afirmaciones van en un mismo sentido.
El sitio web cita varios ejemplos más que afirma son prueba de que las pirámides fueron construidas tan perfectamente matemáticamente para alinearse con los objetos celestiales, simplemente no habría sido posible para nuestros antepasados primitivos lograr esto. Por empezar, utiliza una fotografía de la Gran Pirámide de Giza y de su vecino, vista desde la Esfinge, en la tarde del solsticio de verano. El Sol se ve ponerse en el centro exacto de las dos pirámides. Y evalúan que en aquel momento, los egipcios no sabían la duración exacta del año, o cuándo era el solsticio de verano. En cambio, analiza que los extraterrestres sí habrían podido calcular el día más largo del año. Además, como el sol también sale y traza la cabeza de la esfinge en el solsticio de invierno, señala el sitio web.
Asimismo, evalúa la perfección del posicionamiento de las tres pirámides de Giza, que es coincidente con la posición de las tres estrellas en el cinturón de Orión, como lo estaban en el 10.500 a.C.. De ahí que sostienen que, con su tecnología y conocimientos, en aquellos años “bajaron” y construyeron las Pirámides y la Esfinge.
“Lo construyeron con la cabeza de un león para que coincida con el Cinturón de Orión, así como con la constelación de Leo”, evalúa, y remata dando otra teoría asombrosa: “Miles de años después, el faraón Ramsés, un ególatra dictatorial egipcio, como no le gustaba tener la cabeza de un león encima de la estatua en su tierra decidió construir, en su lugar, una cabeza a su imagen”. Lo que para ellos ratifica que los seres humanos no pudieron haber construido las pirámides, y si fueron los seres extraterrestres que, con sus conocimientos, habilidades y tecnología, las realizaron con propósitos por ahora inexplicables