El japonés Masazo Nonaka ostentaba el récord Guinness desde abril del año pasado. El anciano falleció mientras dormia.
El pequeño pueblo de Ashoro, en la isla japonesa de Hokkaido, ubicada al norte del país, amaneció conmovido por la noticia: Masazo Nonaka, quien oficialmente ostentaba el récord de ser el hombre más longevo del mundo, había muerto. Tenía 113 años.
De acuerdo con lo que detallaron sus familiares, el fallecimiento se produjo mientras dormía y agregaron que se dieron cuenta cuando fueron a despertarlo. “Nos sentimos conmocionados por la pérdida de esta gran figura. Hasta ayer (por el sábado) estaba como siempre. Falleció con dignidad y sin causar ningún problema”, expresó su nieta Yuko.
El anciano saltó a la fama mundial el año pasado, tras la muerte del español Francisco Núñez Olivera, el entonces hombre más viejo del mundo, quien también llegó a los 113 años. El 29 de enero de 2018, el ibérico perdió la vida y desde entonces la pregunta fue quién sería su sucesor. Así se llegó a Nonaka, quien en abril último obtuvo el reconocimiento Guinness al hombre más longevo del mundo.
Siempre de buen ánimo
Nacido en 1905, el japonés pasó sus últimos años en una silla de ruedas, ya que su estado le impedía movilizarse por sus propios medios. Sin embargo, su estado general era bueno, al igual que su ánimo. Tanto que, de acuerdo a lo que contó su familia, le gustaba mirar luchas de sumo por televisión, comer “todo tipo de dulces”, leer los diarios “todos los días” y bañarse “a menudo en aguas termales”.
Además, con sus 113 años, Nonaka se metió entre las 30 personas más ancianas de todos los tiempos, una lista que, en su mayoría, ocupan mujeres. Tras la muerte del japonés, la pregunta ya está instalada y será el Guinness el encargado de dilucidarla: ¿quién es ahora el hombre más longevo del planeta?