El papá de la mujer que apareció muerta en el Riachuelo atribuyó al ataque que le perpetró su pareja el estado de debilidad en el que se encontraba. Reclama una segunda autopsia.
Carla Soggiu estaba perdida, desorientada, desesperada. Necesitaba que alguien la ayude. De inmediato, una operadora intentó asistirla. La mujer había sido vista por última vez el martes 15 y había activado un botón antipánico.
Según contó su padre, Alfredo Soggiu, las amenazas que sufría Carla por parte de su ex pareja, al que había denunciado por violencia de género y violación, la llevaron a una situación de estrés.
“Ella estaba muy confundida y se venía alimentando muy mal. Pesaba 47 kilos. No se encontraba en espacio y lugar”, dijo el hombre en diálogo con C5N.
Su ex marido, Nicolás Fuentes, fue detenido desde el 27 de diciembre último acusado de atar y violar a Soggiu.
Alfredo aseguró que días atrás que la familia de Fuentes la había amenazado telefónicamente. “Tenía llamados hostigándolos y se amplió la perimetral para la mamá y la hermana mayor”, dijo.
Carla sufría hidrocefalia y había sido sometida a una operación en donde le pusieron una válvula intracraneal. Su padre no descarta que la paliza que sufrió y la violación, agravaron los efectos de la patología. “Ella empezó a tener problemas de movilidad”, manifestó Alfredo.
“Quiero que el cuerpo de mi hija lo vea un neurocirujano, porque toda esa situación que vivió la llevó a un estado de estrés. Los golpes, la mala alimentación y tener vivir con un botón antipático, eso es mucho para una persona”.
Los resultados preliminares de la autopsia realizada al cuerpo de Carla arrojaron que murió ahogada. “Creo que no sabía nadar. Es jodido salir del barro. Mi hija no estaba fuerte”, explicó Alfredo.