Desde el club deslizan que la relación con la marca está resquebrajada y podría llegar a su fin después de 23 años.
Parece imposible disociar la camiseta de Boca de Nike: la marca de la pipa viste al club xeneize desde 1996. Un matrimonio de 23 años que podría romperse en marzo, cuando habrá que renegociar un contrato que vence el 31 de diciembre. Y la negociación no pinta sencilla.
Fuentes del club afirman que, si bien las tratativas siempre fueron difíciles, en los últimos tiempos hubo una serie de desencuentros que podrían llegar a desembocar en la decisión de Boca de cambiar de rumbo.
Si en estos dos meses no avanza el diálogo, Boca podría abrirse a nuevas marcas, según confirma Clarín. Por ahora no se conocen interesados porque legalmente no puede haberlos, ya que una exclusividad de Nike que terminará en marzo. La camiseta, igualmente, seguirá luciendo la pipa hasta el 2020.
El otro gigante de la indumentaria deportiva, Adidas, actualmente viste a River pero tuvo un pasado en La Boca. Entre 1979 y 1993 las tres tiras habitaron la camiseta azul y oro, en un período que coincidió con el primer ciclo de Diego Armando Maradona como jugador del club, cuando consiguió en el Metropolitano 1981 su único campeonato como jugador de Boca.
De 1993 a 1996, al club lo vistió la desaparecida Olan, una empresa fundada por Enrique Vilouta en Quilmes. Luego, el empresario creó KDY, marca que lució Lanús, por ejemplo, cuando ganó la Copa Sudamericana 2013. En 1996, antes del desembarco de Nike en el país, Boca tuvo un breve “romance” con Topper, de apenas unos meses.
De no continuar con Nike, ¿quién podría ser el próximo en vestir a Boca? En los últimos años afloraron diferentes marcas y, actualmente, en la Superliga hay 15 para 26 equipos. Y solo siete visten a más de un club: Kappa (Aldosivi, Belgrano, Racing y Vélez), Umbro (Newell’s, Estudiantes y Atlético Tucumán), Nike (Boca, Central y San Lorenzo), Lyon (Patronato y Defensa y Justicia), Joma (Argentinos y Tigre) y TBS (Huracán y Unión).
En sus 23 años con Nike hubo elogios y también espacio para camisetas polémicas. La primera, incluso, levantó hasta la queja de Diego Maradona porque tenía una línea blanca entre las franjas azul y amarilla. Más cercanas en el tiempo aparecieron la rosa (2013), la violeta (2013) y la verde flúo (2014).
Si no se renueva el vínculo, se perderá otra de las rivalidades más clásicas del marketing deportivo entre Nike y Adidas, que resistían en dos de los países más futboleros. En febrero, la marca alemana dejó de vestir al Milan -que acordó con Puma- después de 20 años. Seguiría, en tal caso, en España, donde Barcelona tiene a la pipa y Real Madrid, a las tres tiras.