Mangas, nombres de ex parejas y tribales son los tatuajes más borrados. Un experto explica cómo se realiza la remoción
Más grandes o más chicos, los tatuajesse hacen en un impulso de grabar un recuerdo, seguir una tendencia o hasta como prueba de afecto a un ser querido. Pero el paso del tiempo, a veces, les juega una mala pasada.
El Dr. Alejandro Cueva, médico anestesiólogo y experto en remoción de tatuajes, lo sabe bien: por su consultorio pasan 300 personas por mes que por distintas razones buscan eliminar la tinta de sus cuerpos.
A su consultorio también llegan quienes quieren dar otro rumbo a sus carreras laborales e ingresar a instituciones donde no tener tatuajes es una condición. “Llegan hombres que quieren entrar a la Escuela de Policía y no pueden hacerlo por tener mangas o tribales, dos tatuajes con gran demanda de remoción. Con las mujeres que quieren ser azafatas ocurre lo mismo”, afirma el experto.
Si es posible darle “control + z” al nombre de un ex y hasta a una manga completa, es gracias a una tecnología llamada Picosure. Se trata del primer láser del mundo capaz de emitir la energía en picosegundos (una unidad de medida inferior a los nanosegundos) de una manera segura y efectiva.
Así, el sistema produce pulsos ultra cortos en un tiempo de una billonésima de segundos, que lleva calor al pigmento y al tejido y provoca la fragmentación en pequeñas partículas del objetivo a tratar. Esto permite que se consigan mejores resultados en menos sesiones que con otros lásers, con un menor gasto de energía y eliminando la posibilidad de dañar el tejido circundante.
Como anestesiólogo, Cueva sabe que el dolor es uno de los principales fantasmas entre quienes deciden removerse un tattoo. “Parte fundamental de nuestro trabajo es brindar la confianza que el paciente necesita, esclareciendo esa zonas de grises, esa falta de información que provoca inseguridad. Nosotros le damos la tranquilidad de que lo que hacemos tiene tanto el aval médico como también el de la tecnología de última generación con la que trabajamos”, asegura.