Además de pagar la infracción, los adultos deben concurrir a una charla sobre responsabilidad parental con un asistente social, un psicólogo y un abogado.
“Se lo llevó sin mi autorización”, “lo usó por un tramo corto”, “no sabía que no estaba permitido”. Esas son algunas de las respuestas de los padres de chicos que fueron encontrados manejando un cuatriciclo o un UTV. Para ellos, desde este año, además de multas de hasta 45 mil pesos y el secuestro del vehículo, hay una citación al servicio local de Pinamar. Por la oficina deben pasar al día siguiente de cometida la infracción y tener una charla con un asistente social, un psicólogo y un abogado que hablarán con ellos sobre “responsabilidad parental”. La idea de la iniciativa es prevenir siniestros graves.
“Intentamos transmitir nuestra preocupación, que entiendan que es una actitud negligente y que están poniendo en peligro a sus hijos. La gente es bastante reacia. Nosotros insistimos por teléfono y, si es necesario, nos acercamos al lugar en el que se hospedan”, explica a Clarín Carolina Llamazares, directora de Familia y Acceso a la Justicia de Pinamar.
Dice, además, que se realiza un seguimiento y que, en caso de que se vuelva a encontrar a los chicos al volante, se puede dar intervención a un juzgado o contactar al servicio local de la ciudad en la que viven. “El cuatriciclo manejado por un chico es un arma. Queremos evitar que se lastimen o que un tercero resulte herido”, agrega Llamazares y precisa que muchas de las derivaciones que recibieron desde el área de Tránsito fueron por circulación en la zona de La Frontera de Pinamar y que estuvieron involucrados chicos desde los 13 años.
“Los cuatriciclos y los UTV de hasta 300 centímetros cúbicos se pueden manejar desde los 17 años con licencia. El adolescente puede sacarla siempre que cuente con una autorización de los padres y superando exámenes teóricos y prácticos”, precisa Alberto Lamarque, subsecretario de Inspecciones Generales de Pinamar.
Para pasar de categoría a un vehículo de mayor porte, señala el funcionario, la norma pide uno o dos años de manejo previo, según la licencia. “Esto quiere decir que un chico de 17 no puede conducir los más grandes ya que no tiene el tiempo de experiencia requerido”, remarca. Y asegura: “Los cuatriciclos están diseñados para una sola persona. Por esto, está prohibido llevar acompañante“.
En los UTV sí se puede viajar con otra persona. La cantidad de ocupantes va a depender de las plazas (hay de dos y de cuatro). En todos los supuestos, se necesita casco, licencia y seguro. Las multas alcanzan los 45 mil pesos”. Tampoco está permitido circular por cualquier lugar: hay corredores específicos para acceder a las tres zonas de circulación segura que existen en Pinamar.
Durante la temporada, se hacen controles todos los días, algunos fijos y otros rotativos. Cuando se encuentran con un chico en un cuatriciclo, secuestran el rodado, realizan la infracción y citan al adulto responsable a la charla para el día siguiente.
“Todos los años un turista de la Costa se vuelve a su casa con un nene fallecido. Creemos que es importante prevenir. Si con esta propuesta salvamos a uno ya es suficiente”, suma la asistente social Verónica Rossi, que participa de las charlas. Explica que recién están arrancando y que la primera dificultad con la que se encuentran tiene que ver con que muchos padres no se presentan. “Ayer tenían que venir cinco y sólo asistió uno. Algunos directamente no atienden el celular, en otro caso, un papá nos dijo que ya no estaba en Pinamar. La madre que vino tenía buena predisposición. Nos comentó que su hija se había llevado el cuatriciclo sin su permiso”, cuenta la asistente social.
Pablo llegó a la oficina municipal con la multa que le hicieron ayer en la mano. “Pasamos el día con mi hija de 14 y mi sobrino de 17 en La Frontera. Dimos bastantes vueltas en UTV, yo los llevaba. En un momento me pidieron ir hasta la zona de baños solos, que quedaba a 80 metros, había poco movimiento y les dije que sí”, cuenta Pablo, que vive en Ensenada pero dice que se crió en un pueblito en el que “se maneja desde muy temprana edad”.
“La charla me sirvió, tienen razón en que es una imprudencia nuestra, de los padres, y que puede terminar en algo lamentable. Les pedí más información porque creo que, en mi caso, hubo una parte de desconocimiento”, suma Pablo que dice que, esta vez, manejaba su sobrino de 17 (sin licencia) pero que también estuvo al volante su hija de 14. “No lo vamos a hacer más. De acá me voy a pagar la multa”, cierra.
Fuente: Clarín