Los comicios de este año a nivel nacional serán antecedidos por dos debates obligatorios, uno en Capital Federal y uno en el interior; si hay balotaje serán cuatro. La ley también establece penas para los que postulantes que no participen y dejen “el sillón vacío” durante el debate.
La elección 2015 del debate presidencial tuvo fuerte impacto en el resultado de la segunda vuelta que dio la victoria a Mauricio Macri por una diferencia mínima de votos. “¿En qué te han transformado Daniel?”, será recordado por siempre.
A casi cuatro años de aquel inolvidable momento televisivo, se confirmó que los comicios de este año a nivel nacional serán antecedidos por dos debates obligatorios, uno en Capital Federal y uno en el interior; si hay balotaje serán cuatro.
En base a la ley 27.337, que reformó el Código Electoral, el último viernes se informó que, por primera vez en la Argentina, habrá al menos dos debates obligatorios entre los candidatos presidenciales.
Los primeros dos deben realizarse por lo menos un mes antes de las elecciones generales del 27 de octubre. Uno se hará en la ciudad de Buenos Aires, el cual ya tiene fecha para el 13 de septiembre, mientras que el segundo ocurrirá en una ciudad del interior del país.
El primero será, entonces, 44 días antes de las elecciones, según el cronograma electoral. La Cámara Nacional Electoral, que tiene a su cargo la organización y el escrutinio definitivo de la elección (no el provisorio), decidió crear un consejo plural de asesoramiento. Éste definirá el formato y los temas de exposición.
La ley también establece penas para los que postulantes que no participen y dejen “el sillón vacío”durante el debate. Mas allá de la obligatoriedad del asunto, el debate entre los candidatos se ha vuelto una exigencia general del pueblo.
En tanto, su formato recibe apoyo y críticas entre los dirigentes. En general, el postulante que podría verse favorecido o que más confianza tiene en su propia retórica, es aquel que hace eje en la importancia del evento.
Ocurre que, además de la posibilidad única de escucharlos confrontar sus ideas, el debate televisado responde a las lógicas del arte del entretenimiento. Muchos ya adelantan que si los dos candidatos que hoy más miden en las encuestas llegan a un balotaje, sin duda, se tratará de un momento histórico.
Fuente: Crónica