El tandilense se benefició con una serie de resultados ajenos en el Abierto de Australia
Juan Martín Del Potro ya empezó a ver la luz en el fondo del túnel. Falta poco más de un mes para que reaparezca en el circuito de tenis, en la primera ronda del ATP 250 de Delray Beach, el 19 de febrero y en uno de los torneos más cercanos a su corazón. Y en medio de ese camino, aun sin jugar y en proceso de recuperación por la fractura de rótula que sufrió el 11 de octubre del año pasado ante Borna Coric en el Masters 1000 de Shanghai, recibió otra buena noticia.
El tandilense, que el año pasado llegó por primera vez en su carrera a ocupar el tercer puesto del ranking mundial, como consecuencia de la inactividad -y también, claro, del buen cierre de año del alemán Alex Zverev, que se quedó con el título en el Masters de Londres- retrocedió hasta el quinto lugar que ocupa actualmente.
A raíz de su lesión, Del Potro se perdió el primer Grand Slam del año, que se disputa por estos días en Australia. Y por algunos resultados que ya se dieron en el certamen se había asegurado no caer por debajo del top 5 del ranking, pero este miércoles recibió una noticia aún mejor: subirá un puesto dentro del escalafón.
Resultados ajenos contribuyeron para esta situación. Las caídas prematuras de Dominic Thiem (8° del ranking), John Isner (10°) y, sobre todo, de Kevin Anderson (6°), quien tenía muy buenas chances de superarlo, le dieron aire para mantenerse en el quinto lugar.
Pero Delpo necesitaba algo más para subir al cuarto lugar del ranking: que Roger Federer no alcanzara las semifinales y que Kei Nishikori no ganara el torneo. La primera de estas condiciones se cumplió el domingo a la madrugada, cuando el griego Stefanos Tsitsipas eliminó al suizo. La otra llegó este miércoles, cuando el japonés abandonó frente a Novak Djokovic.
De esta forma, Del Potro recuperó el número 4 del ranking mundial luego de haberlo perdido durante su inactividad, el 12 de noviembre del año pasado. Y aunque la gran alegría estará cuando vuelva a golpear a la pelotita en Delray Beach, los números empezaron a hacerle guiños un poco antes.