El pequeño cayó a un pozo de unos 110 metros de profundidad este domingo y aún no dio señales de vida. Los expertos encontraron una bolsa de golosinas 78 metros bajo tierra.
Un centenar de expertos trabajan en el rescate de un niño de 2 años que cayó el domingo en un pozo de unos 110 metros de profundidad y apenas 25 centímetros de diámetro, en la localidad malagueña de Totalán, en España.
Los equipos de rescate lograron bajar una cámara hasta 78 metros de profundidad, donde se toparon con un “tapón de tierra húmeda que obstruye el pozo”, y sólo pudieron hallar una bolsa de golosinas que el pequeño Julen llevaba en la mano cuando cayó en el agujero.
La obstrucción del pozo puede deberse a un desprendimiento de tierra y los equipos de rescate temen que el niño se encuentre debajo, según informó la radio Cadena Ser.
“Nadie está preparado para rescatar un cuerpo tan pequeño”, aseguró a la prensa la delegada del gobierno español en Málaga, María Gámez, desde el lugar del accidente.
“No falta ni medios humanos ni técnicos disponibles, estamos trabajando y dando el máximo”, añadió ante las dificultades que conlleva el rescate debido a la estrechez del pozo.
Las tareas de rescate comenzaron después de que la familia del menor dio aviso del accidente, hacia las 14 hora local (10 de Argentina). La familia se encontraba en una finca de un pariente comiendo una paella cuando Julen se precipitó por el agujero, que fue excavado para una captación de agua y no contaba con protección, mientras jugaba con otro niño, y nadie pudo hacer nada para evitarlo.