El señor de 60 años documentó por tres años su problema para ir al médico en el momento indicado
La sudoración es un mecanismo de refrigeración del cuerpo, con lo cual todos transpiramos –en mayor o menor medida–. Algunas personas, como este hombre, transpiran demasiado, más que la media. En estos casos, se diagnostica hiperhidrosis. Esta enfermedad puede tener numerosas causas pero el paciente en cuestión no se ajustaba a ninguna de ellas.
Había dos puntos fundamentales en los que el especialista que lo trataba estaba desconcertado. Por un lado, el hombre –cuya identidad se mantuvo reservada– no tenía obesidad, ansiedad, una tiroides hiperactiva, cáncer ni alguna medicación que le estuviese provocando esto. Por otro, los episodios tenían regularidad: cada mes, transpiraba mucho por varios minutos dentro de un lapso de 13 horas, según indica el reporte en la revista científica Annals of Internal Medicine.
Este paciente, decidido a llegar al fondo de su problema, optó por documentar la enfermedad para buscar un patrón y poder volver al consultorio justo en ese momento del mes. Y lo logró. El Dr. Mark Chelmowski declaró al sitio LiveScience que, mientras estaba en su consultorio, el hombre le avisó que comenzaría a sudar.
Ver el episodio le sirvió al profesional para detectar una posible causa: su cerebro. Es que cuando comenzó la sudoración, el paciente colocó la cabeza en sus manos y respondió a sus preguntas con mucha más lentitud que unos momentos antes. A los cinco minutos del final del episodio, el señor volvió a la normalidad y el médico sabía qué hacer.
Le indicó un encefalograma y así probó que los episodios se producían por un ataque en el lóbulo temporal de su cerebro (la zona que procesa el sonido y el lenguaje). Así, tres años después de comenzado el problema, le administraron fármacos para controlar esos ataques y solo tuvo uno en los últimos 18 meses